016 - Primer Amor

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Iríamos a Tsuyama, no era la primera vez que estaba allí, ya lo había visitado muchas veces con mi familia, pero era la primera vez para Kairi así que Kyosuke y yo pensamos que sería bueno ir allí, además de que habían familiares de Kyosuke que vivían por la zona y podríamos quedarnos a dormir.
─Tienes familia en casi todos los lugares de Japón.
─Mi familia es numerosa, pero no están en todos partes de Japón, bueno solo un poco, todos en mi familia se casaron con personas de otras ciudades así que por eso he ido a muchos lugares dentro de Japón.
─Es interesante la historia de tu familia ─habla Kairi.
─¿Y tú Kairi? casi nunca nos cuentas sobre tu familia... ─le digo yo.
─Mis padres se conocieron en un viaje en el extranjero y fue entonces cuando su viaje se alargó y nací yo, solo somos nosotros y mi tía, mis abuelos por ambos padres fallecieron antes de que pudiera llegar a conocerlos. Llevo muy poco tiempo en Japón, pero hablo muy bien el idioma por mis padres. Lo aprendí desde pequeña.
─Ahora tiene sentido el que seas tan buena en inglés ─le dice Kyosuke.
─Sí, aunque aún continuo aprendiendo, desde que me mude a Japón no he hecho más que hablar japonés.
─No conocía tu historia, debió ser difícil dejar atrás tu antiguo hogar ─le digo y ella asiente.
─Lo fue, fue muy difícil, sobre todo para mi, dejé amigos atrás y el único lugar que había conocido como mi hogar, pero esta bien, amo Japón y me quedaré aquí para siempre, además los tengo a ustedes dos, no necesito nada más que solo eso ─sonrío. Para mi era un alivio escucharla decir que jamás se iría, porque no quería dejar de verla.

Visitamos el castillo de Tsuyama en cuanto llegamos, tomamos muchas fotos del lugar y algunas de nosotros para no olvidar éste día, Kairi estaba muy impresionada y Kyosuke se comportaba como un guía turistico, y era bastante bueno, sabía perfectamente la historia porque había estado allí muchas veces, pero era muy presumido al mismo tiempo. Cuando llegó la tarde fuimos a comer y hablamos sobre ir al Jardín de Shurakuen mañana temprano, Kyosuke dijo que su tío no tendría problema en llevarnos y así Kairi podría visitarlo antes de que fuera hora de regresar a casa. Deseaba más viajes los tres juntos, pero no sabía cuando tendríamos la oportunidad de hacerlo otra vez y si nos quedaba tiempo antes de irnos a la universidad. Sin dudas viajar juntos fue una buena idea, pero también nos dejaría lo bastante nostálgicos como para hacernos llorar de regreso a casa en el tren.

─¿Qué es lo que más extrañas de tu antiguo hogar? ─le pregunto a Kairi. Estábamos tumbados mirando las estrellas y Kyosuke ya se había quedado dormido.
─Extraño mucho la biblioteca en la que solía pasarme horas leyendo y escribiendo, porque siempre que salía de hacerlo había una cafetería, la mejor de la cuidad y tenían los postres más deliciosos que existen, me gustaba pasar allí cada tarde y llevarme aunque sea uno a casa, siempre me ponía de buen humor.
─De allí debe venir tu amor por las galletas.
─Probablemente ─se ríe.
─¿Qué hay de tu primer amor? ─sabía que era una pregunta demasiado atrevida, pero aún así no podía con la curiosidad.
─¿Mi primer amor? ─no quería mirarla, no quería ver su sonrisa si es que eso le alegraba y/o tampoco quería ver su expresión y ceño fruncido si eso le entristecía─. Mi primer amor empezó gracias a un libro de origen japonés que encontré en el ático de mi anterior casa, tenía tan solo diez años cuando lo leí y desde entonces lo encontré, mi amor por la literatura japonesa, así que no es coincidencia que esté aquí, sabía que en cualquier momento vendría a Japón y cumpliría mi sueño de estudiar literatura.
─¿Así que ese es tu primer amor...? ─cuestiono una vez más para estar seguro.
─Así es... ¿Y qué hay de ti?
─Las cosas hermosas ─respondo rápido─, me gustan mucho las cosas hermosas, por eso me gusta el arte, supongo, disfruto mucho el observar algo realmente precioso. Como el cielo justo ahora, adornado por cientos de estrellas, pintado de un tono azul oscuro. Ese tipo de cosas, lo disfruto de verdad.
─Es extraño que nuestro primer amor sea algo y no una persona en sí, como los demás harían normalmente. Somos distintos...
─Así somos las personas que amamos el arte, eso creo... ─me vuelvo y sorprendo al ver que ella ya me estaba mirando.
─Pero somos similares ─me dice, sonrío─, tú y yo.

La Tutora | NI-KI | [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora