Los Amigos No Hacen Eso ✦ YeonGyu

Capítulo 1.

❛❛ No todo lo que brilla es heterosexual, amigo. ❜❜

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Beomgyu tomó una bocanada de aire mientras sus dedos comenzaron a picar ansiosos el filo de la bandeja plateada que descansaba en su regazo. A ratos le echaba una miradita ㅡde esas pequeñas que dan las colegialas tímidas de los mangas shōjoㅡ a la parejita que parecía perdida en su mundo rosa de brillitos y frases cutres sacadas de la peor trama básica de un romance heterosexual. Para Beomgyu, su mejor amigo y su hermanita de otra madre, eran la ejemplificación perfecta del tipo de adolescentes enamorados que tanto explotaban las cintas americanas bajo títulos atractivos que te hacían pensar que sí, la idea es terriblemente cliché... Pero necesito verla en cines.

Aunque si lo admitía, los dos se veían jodidamente bien estando juntos.

Pero él se vería mejor con Yeonjun, pensó divertido por el rumbo que sus pensamientos tomaban de vez en cuando; quizá deseaba con demasiada intensidad aceptarse completamente, así podría admitir en voz alta que lo que sentía por Choi Yeonjun, su compañero de aventuras y la mugre de su uña, no era más que el gustar que las chicas le declaraban cada dos por tres en los pasillos del instituto. Un gustar que iba agarrado de la mano a la imperiosa necesidad de besarlo cuando hacía sus conocidos pucheros, o entrelazar sus dedos en medio de una salida, porque así se sentiría más íntimo para él y su fantasiosa mente de puerto hormonal confundido.

La dulce voz de Heejin llegó a sus oídos justo cuando la fantasía se pintaba buena, inevitablemente giró su cuello en un ángulo indescriptible para verlos acurrucados en el sofa continuo bajo la manta de Matenrō que Yeonjun se había ganado en un concurso friki al que fueron el año anterior. Les sonrió con los labios pegados al darse cuenta de que se estaba siendo el centro de atención de sus queridos compañeros, pero en defensa de Beomgyu, el ánimo se le hundía si pasaba más de diez minutos como espectador, así que fijarse en el rostro ojeroso de Doppo, que además se amoldaba a los muslos del castaño, era la mejor distracción en ese momento.

ㅡNecesito ir a retocarme ㅡHeejin habló para sí misma antes de destaparse y ponerse de pie casi al instante, sus bonitos orbes caramelo viajaron al reloj puesto en la pared para confirmar la hora. Dándose cuenta del límite de tiempo que le quedaba para arreglarse, le dio un rápido beso en la coronilla a Yeonjun y se acercó fugazmente a Beomgyu para darle un piquito en la mejilla.

ㅡNo sé si debería ponerme celoso ㅡmurmuró el castaño con una risita suelta.

Heejin negó con un par de palabras vagas, subiendo las escaleras rumbo al dormitorio de su novio para recoger su bolso y aprovechar la inmensa cómoda con espejo para maquillarse correctamente. Yeonjun la observó desaparecer por las escaleras, luego dirigió su mirada al rostro inexpresivo de Beomgyu, quien había pasado por completo de su broma para fundirse en un capítulo más de Evangelion a la vez que las palomitas inundaban su boca.

De puntitas se levantó, acercándose deliberadamente al de cabellera rojiza y raíces oscuras con los cuernos salieron de su morocha cabeza, ante la estupefacta expresión que abordó la careta de Beomgyu, le quitó la bandeja de palomitas a medio vaciar, así tuvo acceso total al regazo del menor, donde aprovechó para sentarse sin vergüenza alguna.

Beomgyu se mordió el interior de la mejilla, negándose a malinterpretar las acciones del mayor. Para ambos ese tipo de contacto era tan habitual como bañarse dos veces al día, o cepillarse los dientes antes de desayunar.