Sweet memories || KataIchi

⛈ ; Sweet memories.

—Por milésima vez, no creo que esto sea buena idea, Sanji —le reclama el pelirrojo a su hermano menor.

—¿Y por qué no lo sería? —pregunta el joven de cabellos rubios.

—Primero, es una de las pastelerías de Big Mom, la madre de la chica que rechazaste por el musgo andante y por lo cual tuvimos muchos problemas, y segundo, no me da nada de confianza —da sus razones, enumerándolas con los dedos de sus manos.

—Sólo entra y deja de ser un llorón —se queja el rubio, ignorando olímpicamente sus motivos para no entrar a la pastelería Charlotte.

Ambos hermanos abren la puerta de aquel local, haciendo que una pequeña campanilla resuene por todo el lugar anunciando la llegada de nuevos clientes. Al ser el centro de atención por sólo unos segundos, Ichiji traga saliva, procurando que nadie importante los vea, mientras que por otro lado, Sanji se comporta habitualmente tranquilo, con aquella sonrisa alentadora que en algunas ocasiones el pelirrojo desearía arrancársela. Pasan con tranquilidad entre las mesas, llegando a un rincón un tanto alejado en el cual no se encuentran muchas personas, por lo que con total confianza el rubio se sienta en una de las sillas acolchadas, invitando a su hermano a sentarse junto a él.

El Vinsmoke mayor se sienta a su lado con precaución y desconfianza, mirando hacia los lados intentando buscar algo sospechoso para poder largarse de aquel lugar que le da tantas malas vibras.

—¿Puedes quedarte quieto un momento? Vas a llamar la atención —Sanji suelta un ligero suspiro, viendo a su hermano mayor con su entrecejo ligeramente curvado hacia abajo en señal de hostigamiento.

—¿Cómo mierda puedes estar tan tranquilo? ¡Tú fuiste el que rechazó a la hija de Linlin a mitad de la boda! —exclama el primer hijo, por lo que el rubio le cubre la boca para evitar miradas curiosas en su dirección.

—¿Y a ti qué es lo que te pasa? Estás demasiado alterado

—Nada... —murmura recobrando la compostura, suspirando profundamente para poder calmarse.

Verdaderamente su angustia y precaución no tiene absolutamente nada que ver con el tema de su hermano y su boda fallida, es otra cosa la que lo tiene tan alerta, un tema más personal que tuvo con el segundo hijo de Big Mom y del cual nadie sabe aparte de ambos involucrados, y que terminó cuando Sanji en plena boda se negó a casarse a causa de amar a otra persona la cual es Zoro. Y el motivo principal por el cual desde un inicio no quiso entrar fue porque aquel lugar está a cargo del segundo hijo de Linlin, lo reconoció de inmediato al ver el gran cartel en donde el apellido Charlotte resaltaba en grande y por la cantidad enorme de donas que exhibía el mostrador, le fue más que obvio y ni tuvo que adivinar.

Con el paso de los segundos puede escuchar unos pasos acercarse por detrás de él, por lo que con sigilo gira su cabeza lentamente hacia atrás, encontrándose con aquel enorme cuerpo inolvidable para cualquiera.

—¿Qué desean ordenar? —aquel hombre jodidamente alto y musculoso hace su aparición, hablando con aquella voz grave que causa que un escalofrío recorra toda la columna del pelirrojo, sosteniendo una pequeña libreta en su mano junto a un lápiz. Ichiji traga saliva, chocando miradas con aquel tipo de casi dos metros.

—Yo quiero un pay de limón y café amargo, ¿qué vas a querer tú, Ichi? —le sonríe Sanji a su hermano, notando lo tenso que se encuentra este.

—Yo... Am... Quiero pastel de fresas y té verde —baja su mirada, moviendo sus dedos nerviosamente por debajo de la mesa.

—Bien, traeré su pedido de inmediato —se despide el dueño del local con una reverencia, quien anteriormente anotó el pedido de ambos chicos en su libreta.