wake up, its morning

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Abrir lo ojos no debería ser tan complicado.
Quackity lo sabía, sabia que estaba tan jodido en la mierda, en un país poblado por nadie mas que él mismo. Era capaz de ver como todo estaba derrumbandose alrededor y pronto habria terminado de caerse por completo, hecho trizas.

Un país fantasma, unos no-habitantes que querían no estar allí tanto como él, pero a diferencia de Foolish, Fundy y otros, él era el capitán de este barco. Deberá perecer allí, solo.

Cuando finalmente abrió los ojos, creyó sentir la mano de Schlatt en su cara, un caricia, una advertencia, tic tac.

Comenzó por sus tareas diarias y repetitivas, hacer papeleo, vigilar las construcciónes, continuar el plan  de apertura.

Planear, planear, papeleo.

Quackity miro el horizonte desde su ventana, mirando todo y a la vez nada.

— ¿Por qué me siento tan...— Q susurro, como si alguien estuviera oyendo, llevo la mano a su pecho, apretando en su camisa en un puño — tan miserable? — se volteo, esperando una respuesta.

No hubo respuesta, pero el viento soplo en su nuca, y casi escucho a slime acercarse a su espacio personal, como si no le hubiera hablando antes sobre eso.

Existía una lista en la cabeza de Quackity, sobre cosas que no sabía nombrar, que lo molestaban enormemente.

La cosa que más odiaba, que estaba en la lista, era que lo miraran con lastima, que sintieran lastima genuina por él.

Prefería a las personas como Jschlatt, podía leer entre líneas, notaria cuando estaba siendo un hipócrita. Las personas como Jschlatt nunca negarían lo que eran, un idiota, una mala persona entre otros abjetivos.

Quackity era igual, nunca diría que hizo lo que hizo por el bien mayor, nunca negaría que había sido una horrible persona, porque lo era.

La persona que había acabado con su marido y masticado su corazón, con los tendones atascandose en sus dientes. Para sentir un momento alivio, libertad, paz, tan efímeros como habria sido rascarse un escozor, se sintio bien, luego de eso todo parecia sentirse igual.

También odiaba tanto sentirse de una manera extraña, algo que nunca diría en voz alta. Aunque pensarlo debería estar bien, Quackity se sentía tan desesperado por afecto, tan necesitado.

Jschlatt lo vio, lo manejo y saco provecho.

¿Por qué ellos no?

Tal vez lo hicieron.

Y este era el hilo de pensamientos que siempre bailaba en su cabeza, una conversación civilizada que no llegaba a ningún lado.

Wake up my darling

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Si llegaste hasta aquí, gracias por leer.
La canción que me inspiró, si quieres saber es  Honey, it's alright  de Gregory Alan Isakov.

Se la dedicato totalmente a Quackity cubito.


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⏰ Última actualización: Nov 24, 2022 ⏰

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