Parte I

2.4K 179 23
                                    

— No me esperes, volveré tarde.

Fue lo único que escuchó antes de siquiera poder pronunciar una sola palabra, de aquella persona que le dejó nuevamente solo en la sala.

Desde que Baekhyun tenía uso de razón aquella persona no era más que su padre biológico, lamentablemente. Toda su niñez se basó en gritos y quejas continuas de su cuidado luego que su difunto padre había muerto dejándole a merced de Jaehoon, su otro padre. Su infancia y parte de su adolescencia tenía recuerdos de cómo le echaba la culpa de existir y de malograr su vida a su padre. Estuvo mucho tiempo soportándolo, hasta que llegó a su etapa rebelde es que se enfrentaba a gritos con él, terminando con su padre no regresando por días a casa, y no es que le importe, de ser posible por él hasta no lo volvería a ver.

Pero sabía que el mayor, era un padre ambicioso, porque si no lo fuera se habría largado hace tiempo con el veinte por ciento de la herencia que le dejó su padre. Y sabe que solo lo mantiene cerca a él para tener la mitad de herencia como estipula el testamento de su difunto padre.








***






No sabe cuánto tiempo se había quedado dormido, si no era por el fuerte ruido proveniente de la puerta principal abriéndose toscamente y se hubiera asustado por algún peligro de no ser por la estruendosa risa de su padre y una desconocida.

Rodó los ojos, otro amante de noche pensó, estaba dispuesto a volver a dormir, pero los gruesos y pesados pasos se oyeron por el pasillo impidiéndole conciliar el sueño. La manija de su puerta se estaba moviendo tratando de abrir aquella persona. Obviamente era su padre borracho tratando de buscar su habitación.

Todo aquel ruido cesó una vez entraron al final del pasillo, en especial al cuarto de su padre. Se colocó sus audífonos y sus párpados pesaban con la música, venciendo al sueño de no escuchar barbaridades en horas posteriores.







***







Se despertó teniendo sed a altas horas de la noche, o eso creía al ver por el ventanal que aún era de noche o quizás pasada la madrugada.

Se levantó sintiendo el frío colar por toda su piel. Dormir desnudo era mala idea, más en épocas del año, donde la temperatura bajaba aún estando en verano.

Cogió su ropa interior y su bata de seda del reposo de su sillón y la ajustó a su cintura, mientras se disponía a salir de la habitación hasta el primer piso donde estaba la cocina.

Pudo escuchar ruido en la cocina, asustado y con paso sigiloso se asomó por la pequeña puerta, encontrando a un hombre desconocido. Un hombre alto y musculoso desconocido.

Haciendo recuerdos en su memoria, intuyó que era el amante de su padre. Otra conquista más de una noche.

Sentía curiosidad como siempre sobre qué clase de hombre sería este.

Por el rabillo de la puerta observó la silueta del hombre, alto, grande y fuerte.

Un alfa. El olor le delataba.

Dónde su padre había conseguido un hombre así?

Solo con verlo y oler su aroma a cítricos lo atrajo, sentía una pequeña molestia en su estómago, con solo su olor podía mojarse y correrse ahí mismo. Definitivamente era su tipo ideal.

El Omega iba a marcharse, pero miró a todas partes y no encontró rastros de su padre y una sonrisa se formó en su rostro.

Gran oportunidad.

Audacia l ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora