12

142 22 4
                                    


Narra Amely

Por qué Dios creo tantos ángeles como ellos?

La sola existencia de Jungwon me daba nervios, intentaba actuar de los más normal, lo menos interesada posible en saber su vida y él seguía siendo un amor conmigo, tan amable, así lo tratará de la patada. 

— entonces, me dirás quien te envió? —preguntó por decima vez, tenía rato insistiendo.

— lo sabrás muy pronto, no me presiones. —puse la revista al ras de mi nariz mientras lo miraba.

— yo lo quiero saber ahora. —habló suavemente y aparto la revista de mi quedando a pocos centímetros de mi. 

Ambos podíamos sentir nuestra respiraciones ligándose, nos miramos a los ojos sintiendo la conexión del uno al otro, pero alguien es débil y se aparto con las mejillas sonrojadas y avergonzado.

— l-lo siento. —dijo tartamudeando mientras yo soltaba una risa tierna, provocando que mis ojos se entrecerrarán un poco.

Recibí la mirada confusa de él, haciendo que riera más fuerte.

— de que te ríes enana? —me preguntó con el ceño fruncido.

— es que eres muy tierno. —dije entre risas. 

— no lo soy. —negó.

Desde ahí comenzó una guerra contradictoria de si y no durante varios minutos, hasta que él rendido soltó un gran suspiro para luego reír de manera traviesa borrando la sonrisa que se posaba en mis labios.

— alguien tierno haría esto? —dijo suavemente.

Con una de sus manos me atrajo de manera rápida hacia él quedando nuestros cuerpos cerca del uno al otro, mientras con la mano contraria la posó con suavidad en mi mejilla. Estábamos a poco centímetros otra vez, está vez nuestras miradas recorrían cada parte de nuestro rostro terminando en nuestros labios.

Ambos tragamos grueso por el nerviosismo, pero sin separarnos, más bien íbamos acortando esa distancia que quedaba entre nosotros. Nos comenzábamos a acercar poco a poco sintiendo nuestras respiraciones revueltas entre sí, él acortó la distancia que quedaba entre nosotros formando un beso tierno, pero necesitado.  

Nuestros labios eran piezas que encajaban de maravilla, eran como una nota musical obteniendo por fin su sintonía final. Pasé mis brazos sobre su cuello y él posicionó sus manos en mi cintura, identificando más el beso, me acerco más a él haciéndolo todavía más brusco, comenzaba a hacer calor.

La falta de aire nos hizo separarnos del largo e intenso beso.

Yo sonreí entre medio por el sonrojó notable que tenía Jungwon en sus mejillas, no podía mirarme a los ojos por los nervios, su mirada la había desviado.

— entonces, siempre que conoces a alguien lo besas? —pregunté sarcásticamente.

— y tú correspondes. —contraatacó haciéndome reír.

— si ese alguien eres tú, sí. —respondí ladeando mi cabeza.

En eso logró escuchar mi celular sonar de manera constante haciendo que me separará de él y atendiera el celular.

— me disculpas un segundo? —le pregunté a lo que asintió.

Salí de la habitación y duré unos segundos afuera. Era mi padre, tenía que atender la última misión que se había adelantando de alguna manera, yo solamente le dije que esperará que ya iba para allá y colgué volviendo con Jungwon.

— lo siento ya me tengo que ir. —comunique apenada rascando mi nuca.

— tan pronto? —hizo un puchero.

— si, mi padre me acaba de llamar, nos vemos pronto, vale? —iba a salir de la habitación, pero él tomo mi mano.

— al menos podrías darme tu número de celular?





nota

que dicen ustedes, amely le dará
 el número de teléfono a Jungwon?
habrá poliamor, quien se ganará
el corazón de amely?
ustedes deciden 

(corto pq el otro será muy largo)

Endless Choice | Enhypen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora