𝙐𝙉𝙊

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Todo niña debe tener la charla,

y SungHoon debe ser un buen padre

Reír, llorar, o romper algo... he ahí el dilema.

Cuando tú eres alguien bueno y no molestas a las demás personas, es esperado tener este gesto de vuelta, pero bien lo sabe SungHoon; la vida no es justa a veces... y es rara, tan exageradamente rara desde que conoció a Kim Sunoo, su actual esposo.

Y no se quejaba, ¡claro que no!, pero esa flor sonriente fue quien llegó a dejar su vida patas arriba. Jamás se vio a si mismo con familia, mucho menos al descubrir su homosexualidad, y... con él hasta adoptaron una hija, sin olvidar que tenían bajo su cuidado a la hermana menor de Sun, una chica muy... rara (los primeros meses viviendo con Janne... —o corrección, Jay como le gustaba que le llamaran— fueron exageradamente raros, SungHoon creía que la chica lo mataría mientras dormía).

Así que ahí había estado él, teniendo expectativas nada difíciles para su día libre: estar encerrado en el estudio unas horas —solo—. No era pedir mucho, ¿no?... ¿No?

Bueno, al parecer lo fue, ya que en cierto punto de la tarde mientras leía unas canciones y bebía té llegó Wonnie, nada malo, era su hija y tampoco le molestaba pasar tiempo con ella. Era una chica inocente y divertida de catorce años, llevaba viviendo con ellos tres años.

No le molestaba estar con ella... normalmente.

Justo ese día debía salir con Wonniecosas.

—¿Cómo nacen los bebitos? —fue lo primero que preguntó la chiquilla mientras se paraba frente a la mesa.

SungHoon de la sorpresa tosió, dejó en la mesa su tasa y los papeles.

—¿A qué...a que te refieres, Wonnie? —preguntó confundido mientras se subía los lentes con el dedo índice. Algo dentro de él le decía que fue mala idea preguntar eso.

—A la reproducción, appa, ¿cómo es, que se hace, cual es la forma para que las mamis tengan un bebé dentro? —explicó simple, mirándole con simple curiosidad.

Y... Oh.

—Oh... —murmura bajo, pensando.

Su bello día de tranquilidad había sido genialmente arruinado, ¿por quién? Por su hija que en esos momentos lo mira fijamente. Y aunque su niña ya no fuera tan bebé, para SungHoon era una tierna y muy inocente chica que le mira con los ojos bien abiertos y el ceño levemente fruncido.

Y realmente no sabía cómo responder aquella pregunta, ya que quizás y podría usar algo como; "Pues... comienza cuando un tipo conoce a una tipa y el tipo le tiene ganas a la tipa y la tipa le tiene ganas al tipo así que están muy enamrados y tienen sexo... pero recuerda, se aman, y...¿qué es el sexo? Es cuando el tipo besa a la tipa, para que tengan ese mágico momento de amor donde el tipo comienza a..." ...pero, no. Eso sería muy Nicholas, y no se imaginaba diciéndoselo a alguien como Wonnie —no se lo imagina ni diciéndoselo a Taki—.

Suspira mientras se saca los lentes, SungHoon sin más acepta su carga. Debe tomar el tema con delicadeza, así que comienza lento.

—Bien, Wonnie. Todo empieza por...

Y, genial, en ese mismo momento va tener que dar la charla. Quizás hubiera tenido que pensar mejor antes de aceptar a Sun pidiéndole en medio del sexo adoptar...

Bueno, mejor empezar con la conversar sobre las abejitas y el polen...

𝘿𝙀 𝘾𝙃𝘼𝙍𝙇𝘼𝙎 𝙎𝙊𝘽𝙍𝙀 𝘼𝘽𝙀𝙅𝙄𝙏𝘼𝙎, 𝙁𝙇𝙊𝙍𝙀𝙎 𝙔 𝙋𝙊𝙇𝙀𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora