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¿Qué mierda es esa estúpida voz que solo está en mi contra? Está en mi cabeza, debería apoyarme. Pateo el balón con fuerza, descargando toda la furia que puedo en el golpe. No podía creer las cosas tan absurdas que me pasaban. Ni mucho menos aguantar la furia que llevaba dentro.

Decidí ir a la cancha para descargar lo que siento, al final cada quien tiene su escapatoria a sus problemas, la mía es el fútbol.

Caigo rendido en la grama y miro al cielo. La luz del sol ciega mi visión y me obliga a taparme los ojos con mi antebrazo para cubrirla y evitar siga siendo dañada. El saber que no hay nadie a mi al rededor me alivia, porque puedo tener paz y tranquilidad, que era lo que en ese momento necesitaba más que nada. Lo que menos quiero es que alguien venga a molestarme en el momento menos indicado.

Mientras mi cuerpo permanece acostado en la verde grama sintética, suspiro por quién sabe que número de vez en el día. Lo intento, pero no logro entender como demonios llegue a una situación tan vergonzosa. ¿Cuándo fue que la atención de ese degenerado acosador se volvió tan importante? No tiene ningún tipo de sentido. Es más, debería importarme un comino. Pero allí estaba Jung estúpido Hoseok, prestando atención a un marica acosador en serie.

Pero hay algo que se remueve en mí como hormigas alborotadas; verlo con Chanyeol por alguna razón me molesta, creo que no puedo seguir ocultando eso.

Las mentiras son la aguja que cose la herida de la verdad para ocultarla, pero una vez aquella herida empieza a sanar, es momento de retirar los puntos.

Sin embargo tengo cosas más importantes en que pensar. Las nacionales ya casi terminan de ser inauguradas y la próxima semana probablemente empiecen. El equipo esta muy bien sin duda, pero necesitamos esforzarnos más, debemos entrar a las nacionales y ganar.

Gritos repentinos me sacan de mis pensamientos y me siento en la grama. Giro mis vista para buscar de donde provienen aquellos gritos tan ruidosos y molestos; los chicos del equipo de fútbol se colocan en un disparejo círculo, unos estaban en las gradas de arriba y otros abajo rodeando a alguien seguramente. Gritan centenares de cosas a su nueva víctima, pero sigo sin ver quien es. Agradezco que a Yoongi y Jungkook no les guste meterse en este tipo de problemas. Eso sería un doble dolor de culo. Aunque bueno, Jungkook no se mete por influencia de Yoongi, no hay que quitarle crédito. Si no fuera por él, Jungkook obviamente estaría ahí.

Ignoro por completo a los chicos cerrando mis ojos y sólo me dedicó a escuchar lo que dicen, es bastante audible por los fuertes gritos.

—Eres un maricón de mierda.

Abro mis ojos levemente y miro de reojo a mi izquierda donde se encuentran los chicos y su víctima. Ok, solo quería rascar un poco de información. Curiosidad nada más,

—¡Solo mátalo a golpes Han! ¡Sungcheol, sosténlo fuerte!

Me gustaría saber quién es su víctima número... Creo que perdí la cuenta. Han sido tantas, que ya ni siquiera pueden contarse.

Han mueve su brazo veloz, el primer golpe ha sido lanzado, seguro el segundo dolerá más, pues Han siempre pega los primeros tres golpes en la misma zona, y cada uno con más fuerza que el anterior. Sungcheol lo sostiene con fuerza y una fuerte carcajada sale de sus labios.

—¿Qué pasa, Taehyung? ¿Ya no eres tan valiente?— da otros dos golpes. Mi cuerpo se levanta de la grama a la velocidad de la luz, ¿Acabo de escuchar mal?

Zico -oportunamente— se mueve un poco a la derecha dándome mejor ángulo para ver a Taehyung y su labio sangrando sin parar por los fuertes golpes. Sus párpados ciegan su vista mientras son arrugados por la fuerza de Taehyung al cerrarlos.

—Zico, alista las cosas, nos vamos a divertir mucho jugando fútbol con este marica, ¿No es así, Taehyung?— sonríe Han socarrón. Mis dientes se juntan con fuerza y con ellos mis ojos se cierran.

Los veo bajar a la cancha, Taehyung forcejea como le es posible, pero Sungcheol y Han lo sostienen con tanta firmeza, que es prácticamente imposible liberarse.

Sonrió burlón para mí mismo, voy por el balón con el que antes lanzaba tiros, lo coloco firmemente en la grama y me siento sobre él para ver el espectáculo.

—Verás como nos divertiremos, Taehyung.

—¿Puedo jugar también?— pregunto sin borrar mi sonrisa. Han sonríe igualmente y asiente.

Taehyung me mira respirando dificultosamente. No se veía en lo absoluto bien. Y claro, en esta escuela de mierda podrían haber cinco homicidios el mismo día y nadie se enteraría de nada. Así de inútiles y poco eficientes son.

—Claro que puedes, Hoseok — alenta Sungcheol.

—Dame al chico— Han asiente y lo lanza a mis brazos, yo lo atrapo fácilmente.

Taehyung ni siquiera es capaz de mantenerse en pie, al parecer también lo golpearon anteriormente antes de venir a la cancha. Tomo su cuerpo firmemente y le miro sin borrar mi sonrisa.

Muevo un poco mi mano para sostenerlo bien, él lanza un quejido y suavizó mi agarre. Miro a los chicos tras él que sonríen en burla, ellos me miran orgullosos anticipando una paliza, veo a Taehyung nuevamente y hablo.

—Escucha bien, si colaboras saldrás vivo— hablo entre dientes—. Solo no la cagues, Kim.

Taehyung simplemente traga saliva y asiente, siendo obediente porque sabe que le conviene.

Saco mi celular y mando un rápido mensaje a Jungkook:

"Manda un mensaje al grupo y pide a los del equipo que se reúnan, por favor. Tenemos que hablar de las nacionales"

El mensaje de Jungkook no tarda en llegar. Por una vez en la vida agradezco que ese holgazán se pase la vida mensajeando a medio mundo.

"Bien, nos vemos después de clases. Esos idiotas no vinieron, solo Yoonie y yo"

Dejo pasar unos segundos hasta que Han saca su celular, deduzco que es para chequear el mensaje.

—Chicos, Jungkook nos cita, es reunión de equipo.

—¿Justo ahora cuando Hoseok iba a golpearlo? Estúpido Jungkook —rezonga Jackson.

—Vamos o tendremos que dar quince vueltas a la cancha, eso o fuera del equipo.

Los chicos asienten, unos quejándose por no poder ver el "espectáculo" y otros encogiéndose de hombros

—¿Vienes, Hoseok?

—Los alcanzo en un momento. Debo ir por mi balón— anuncio. Ellos se despiden con un ademán y se van.

Taehyung cae al suelo agotado, se recuesta en la grama y tapa su cara con su blanco antebrazo, respirando entrecortado con una mano en sus costilla. Lo miro sin decir nada y me siento a su lado.

—Gracias por ayudarme balones, creo que no iba a soportar otra paliza— dice con una mueca de dolor. El chorro de sangre en su labio aun sigue activo, pero más levemente.

—Deberías ir a la enfermería y curarte.

—¿Para que? De igual forma me golpearán mañana— ríe amargo.

—No dejaré que lo hagan— suspiro levantándome. Él quita su antebrazo de su rostro y me observa sentándose a mi lado—. Ve y cúrate.

—¿Por qué haces esto? Se supone que me odias porque te acoso... y porque te besé.

—¿Te soy sincero? No lo sé. Supongo que es mi buena acción del año— me levanto de mi lugar, tomo mi balón y me preparo para irme.

—Gracias— sonríe.

Miro al cielo y resoplo— Me debes una, niño raro —despeino sus cabellos y emprendo camino a la reunión. Al final ayudarlo me costará una aburrida junta.

Tonto niño raro, ¿Por qué me haces ayudarte? 

ligando al capitán ✦ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora