No puedo dejar de pensar en la llamada de Cris. Toda la noche los pensamientos venían constantemente a mi cabeza, ¿me extraña? ¿tuvo una pelea con su nuevo novio? ¿quería consuelo? o ¿se equivocó por error? No lo sé, por ahora.
A pesar que quería escuchar su voz, no contesté y es que no pude, algo dentro de mi no quería. Después de que dejara de sonar el móvil, quise llamarla pero muchas preguntas vivieron a mi. ¿Qué le diría? Vi tu llamada y quise comprobar si no te confundiste. Que irónico. Idiota.
-Hey, ¿Ethan estás bien?-escucho la voz de Emma, mi postura cambia de repente, me siento más derecho.
-Si, si-susurro
-Tienes unas ojeras, parece que nos has dormido toda la noche.
-Es solo que, anoche mi madre trajo un perro y estuvo ladrando toda la noche-y no mentía, al parecer la mejor amiga de mi madre salió de viaje por negocios y ahora estamos a cargo de esa pequeña rata por un mes.
-Owww-chilla de emoción-, quiero ver al nuevo integrante de tu familia.
-No es nuevo integrante-recalco-es una pequeña rata que va a estar con nosotros por un mes.
Emma suspira y ya no chilla de felicidad. Reflexiono en mi actitud, a veces puedo llegar a ser grosero y algo molesto para las personas que me importan. Hay un silencio entre nosotros. Examino a la pelirroja, sus delicadas manos toman una tijera y corta en forma de corazón cada papel que se le asoma en el escritorio. Suspiro y espero que termine el detalle que va a regalar a Bastian por su quinto mes.
-¿Por qué no solo le regalas una camisa de su equipo favorito? -pregunto aburrido.
-Podria pero no quiero-la observo confundido-El tiempo que doy en regalar un detalle es lo que cuenta, porque lo hago con amor y dedicación. No digo que esté mal regalar una camisa de su equipo favorito a Bastian, es solo que... de vez en cuando es lindo estos dar estos detalles.
Jamás pensé que Emma fuera así, la conozco desde niños y me sorprende en la forma como mira a Bastian. Nunca me imaginé que tenía sentimientos hacia él y muchos menos una relación. Me tomó de sorpresa cuando me enteré. Al principio me molesté porque me ocultaron su relación, pero después entendí el por qué lo hicieron. Ambos son apuestos y populares en el instituto y cada chico o chica quería con ellos, ni ellos sabían lo que sentían el uno del otro, ya que estaban confundidos si iba a funcionar.
Media hora después, la pelirroja envuelve el regalo y lo agarra con delicadeza, salimos de la biblioteca y nos dirigimos a su casillero para guardar las cosas, aprovechamos que Bastian está entrenando. Me abraza y me da las gracias por acompañarla. Sonrío porque a pesar de lo frustrante que fue me agrada verla feliz.
-Oye por cierto, una chica de mi grupo de literatura me dio esto-saca el pequeño objeto de su casillero. Me sorprendo y lo tomo en mis manos, de inmediato el recuerdo de la pelinegra viene a mi cabeza-, Bella me comentó que se te cayó en el pasillo y no tuvo la oportunidad de devolvete.
Me quedo como estatua observando el objeto, es extraño ¿Por qué diría eso a Emma? y ¿Por qué me devuelve esto? Hoy ha sido un día de cuestionar todo.
-¿Bella?
-Si, Bella-confirma Emma-seguro la has visto, ella suele ayudarme con unas notas de literatura.
-No lo creo-dudo
-Oye, por favor sé que estás mal por Cris, pero no creo que eso ayude-observa la pipa.
-Sabes que yo no fumo esto-Emma confundida ignora lo que digo y vuelve su mirada al regalo.
Después de clases, llego rápido a mi casa, tenía tanta curiosidad de saber quién era esa chica.
Estaba acostumbrado al silencio pero de repente eso acabó. El chihuahua color marrón me asustó con sus ladridos. Intento espantar a la rata con mi mochila pero solo logro que ladre más. Mi padre llega al rescate y se burla de mi como acostumbra. Levanta al perro en sus brazos y este lame su cara. De inmediato llega Elizabeth, abraza a mi padre por detrás y besa al perro; ambos ríen como tontos enamorados. Me quejo de ambos, pero ellos solo se burlan de que pronto me voy a encariñar de Bruno.
Ignoro todo lo que me dice y me dirijo a mi habitación, enciendo mi laptop y busco amigos en común en el perfil de Emma. Escribo el nombre de la pelinegra pero no la encuentro, intento con Isabella o Bella pero sale error. Frustrado me recuesto en mi cama, me quejo en silencio y vuelvo a pensar en todo.
-Mujeres-susurro.