Cuatro paredes

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Su casa, la cual siempre fue fría, atemporal y monótona, de repente empezó a sentir el paso de las estaciones desde la llegada de Rin. Las viejas cuatro paredes de su habitación, que habían contemplado todo lo que había vivido; su calma, su pasión, su deseo, su desesperación y posible locura, aguardaban impasible por un final.

Si las paredes pudieran sentir compasión, estas lo harían. La verdad que aguarda tras ellas, detrás de su pintura gastada y marcas de uñas, no es más que la imagen de una sencilla joven.

La que había llegado a su vida para hacerle notar lo solo que estaba en realidad, la que le brindó compañía y le dio un amor que no esperaba nunca recibir: amor incondicional, sin dobles intenciones, sin esperar ni querer algo de él, solamente que él reciba todo lo que ella le da inocentemente con los brazos abiertos.

No se parecía a nada que hubiera sentido antes, porque nada iguala al amor incondicional de una hermana.

La locura se aferró a él después de darse cuenta de lo evidente, de lo enfermo que estaba.

No dormía, pues escuchaba la suave respiración en la habitación continua. No descansaba, pues soñaba con lo que habría sido de no haber compartido el vientre materno con ella. No pensaba con claridad cuando sabía que ella podría pasar cerca, porque tendría la oportunidad de mirarla; que resulta ser todo en su pequeño mundo de cuatro paredes.

Intenta ignorarlo, ignorarla. Pero los sentimientos no se disipan e ignorarla es físicamente imposible. Más cuando su mirada sobre él se siente como lava hirviendo, cálida y dolorosa, y ella comparte el candor de un ángel, hermosa e inconsciente.

Es por eso por lo que decide resignarse a vivir en la desesperanza continua, con nada más que la tristeza reflejándose en su semblante excepto cuando ella lo mira, porque la pesadumbre con la que carga desaparece instantáneamente cuando los ojos claros de ella se posan en su melancólica figura.

Es por eso que, sin Rin, Len no es nada.

¿Qué sería de él con su ausencia?
Sin ella no tendría un mañana, porque lo que tenía antes de todas formas no era vida, era estática.

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Notes: 

Solo un drabble inspirado en algunos poemas de Alejandra Pizarnik y una historia que recomiendo mucho de ooftieooft en ffnet que se llama Born out of thorns, es de mis favoritas.

Quizás haya un drabble de Rin también ^^