-desolado-

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Otro día, otro problema, aquel pensamiento se cruzó por la mente de Chan, siempre tan agotado, el ser presidente de clase lo hacía quedarse despierto casi toda la noche y más cuando el irresponsable de Minho le hacía la vida imposible, lo conoce desde que eran unos huercos todos mensos, siempre estaban el uno para el otro.

Si no fueran amigos, estaba por seguro que ya lo habría echado de la clase, vio como este llegaba con una sonrisa de tonto, seguro era otra vez Han en sus pensamientos, lo miró y le dio un zape para que este reaccionara, él solo se volteó para fulminarlo con la mirada, por haberlo sacado de su ensoñación.

Chan se rio al ver el rostro de su amigo, pero ya sabía que su día sería largo, ya que el tipo a su lado le contaría todo del porque tenía esa sonrisa tan grande en su rostro, y él, cómo buen amigo, lo escucharía hasta que terminase y concluyera con la misma frase – "es que es tan lindo" – y ahí estaba, lo había dicho como por cuarta vez, Chan ya estaba cansado e iba a regañarle, quería que su amigo se concentrara y tuviera mejores calificaciones, si él no lo ayudara, ya estaría perdido, ya que él siempre se preocupaba.

En su casa sus padres siempre lo presionaban tanto para ser el mejor y ayudar a los demás. Es cierto que eso lo abrumaba y le causaba mucho estrés, así que mejor se contuvo de reprender a su mejor amigo y decidió que era mejor pensar en sus delirios que en su propia vida. Después de todo eso lo ponía de mejor humor, su amigo siempre sabía cómo sacarle una sonrisa a pesar de que últimamente siempre se trataba de él, hablándole de un chico en específico, no lo conocía en persona, pero si lo llegaba a ver, lo reconocería al instante, todo gracias a Lee Minho. 

Mientras tanto, un Hyunjin confundido entró al salón que comparte con ellos dos, está así desde que vio a su amigo en la entrada, con un ojo morado y su labio partido. Casi choca con la puerta, sino fuera por Chan que lo jaló para impedirlo – oye, ¿te sientes bien? – parece que no entendía nada, seguía en su mundo. ¿Qué es lo que pasaba y por qué su menor parecía tan asustado cuando llegó a verlo así?, tendría que hablar con el después, entonces, decidió concentrarse en la clase, y evitar sentirse más frustrado.

(...)

Minho y Chan estaban discutiendo por lo que iban a comer, ya en la cafetería, hasta que Lee se calló por unos segundos y observó como su lindo dongsaeng se sentaba a lado de unos chicos que nunca les había prestado atención.

Luego volteó a ver a Chan que se encontraba hablando con el poste de Hyunjin, parecía que lo ignoraban, hasta que vio cómo Hyunjin volteó a la misma dirección que el anteriormente estaba observando. 

Casi le da por jalarlo y amenazar al tonto si se acercaba al chico con lentes, pero no se esperaba que el alto estuviera acechando con la mirada al rubio con quien reía su alma gemela. Rió por dentro, ya que sabía que no tendría competencia y que el otro también se encontraba en la misma situación. Pasaron a sentarse en el mismo lugar, para disfrutar su tiempo libre.

Todo parecía en orden, todos comiendo su almuerzo o intento de este, hasta que Hyunjin, logró ver como Bin, se acercaba al rubio que lo cautivó, todos en la mesa donde se encontraban hablando y riendo se callaron, por el silencio repentino de éste.

¿Por qué tan de repente?, ¿qué es lo que planeaba?, estuvo a punto de pararse e ir a detener a su amigo, sin embargo, se quedó quieto en su lugar, puesto que escuchó a Changbin decir algo que nunca había dicho en los años que le conocía 

– Sé que no nos conocemos, pero quería ver si podías ayudarme, ¿me darías tutorías?, eres el que mejor promedio lleva...– se detuvo en cuanto vio que lo observaban, ay wey, no es raro lo que dijo, pero como no era de hablar y menos con gente nueva, no podían evitar ver aquella escena. Sobre todo, porque él llevaba algunos golpes en la cara, eso hizo que comenzaran a murmurar cosas sobre él. ¿Por qué tenía que quedarme sin parches ese día justamente?, se preguntaba el pelinegro.

Casi sale de ahí para dirigirse al baño y llorar a todo lo que da pero, alguien lo detuvo, no quien quería; ya no se puede salir dramáticamente a gusto, se dijo a si mismo. – Vamos a hablar a otro lado – le dijo el pecoso, quería negarse, pero necesitaba ayuda y él no parecía malo, cómo podrían no enamorarse del susodicho, es lindo y a parte parece la persona más amable del mundo, irradia luz, mientras que el, bueno, el odiaba su apariencia y sabía que no era el mejor en cuánto a carácter, solo veía sus defectos, sin embargo, no sabía que alguien más podía ver más allá de su falso porte emo. 

Felix y el salieron al patio, éste le pidió que continuara con lo que iba a decir, Bin empezó de nuevo, ya después de calmarse pudo decir lo que quería, el en verdad pensaba en cambiar, además de que no podía negar que quería al menos ver si podía llamar la atención de su mayor; claro que aún no se sentía bien al respecto, pero sabe cómo ocultarlo.

Lix estuvo pensando, y no podía no ayudarlo, le daba pena verlo así, no le molestaba la parte del dinero, podría enseñarle sin cobrarle, aunque también se preguntaba por qué tenía tantos golpes, pues ya que pronto le observó con más detenimiento pudo notar sus brazos algo morados con lo que parecían marcas de unas manos.

El silencio que hubo no duró casi nada, ya que el rubio de pronto le contestó – ¡claro!, cuenta conmigo, pero soy exigente ¿eh?...- le volteó a ver con una sonrisa en su lindo rostro.

Las apariencias engañan, pensó el pelinegro, el creía que era arrogante por como trató a su amigo, con más razón para pensar que el no era competencia para aquel chico, se deshizo de esos pensamientos en cuanto vio a su mejor amigo acercándose, estaba dispuesto a salir para dejarlos solos, se levantó y salió corriendo hacia la cafetería de nuevo – gracias Lix, nos vemos mañana– lo dijo al aire, mientras salía de ahí.

Hyunjin se acercó, el en realidad quería hablar con Bin, pero se quedó donde Felix se encontraba sentado, en verdad, estaba preocupado por su amigo, sin embargo, no quiso molestarlo, o más bien no estaba listo para escuchar el porqué de sus heridas. 

Se fue acercando más al rubio a su lado, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, le preguntó nerviosamente – e-esto... ¿quisieras salir hoy conmigo? Es decir, todavía no te devuelvo tu suéter y te lo puedo entregar a la salida – dijo sin más, el chico de pecas se sorprendió en demasía, y ahora ¿qué se supone que conteste?, se preguntaba el chico más pequeño de ambos.

Antes de poder decir algo, el timbre sonó, y ellos solo se miraron, el más alto buscando respuesta alguna en sus ojos, mientras el otro, un poco nervioso, le dijo en alto – ¡lo voy a pensar! – gritó para salir corriendo de ahí. 

Regresaron a sus clases, Hyunjin se preguntaba, cómo alguien puede ser tan lindo, era muy tierno cuando se ponía nervioso, ya que le hacía poner las mejillas coloradas y hacía pucheros, eso lo mató definitivamente.

Salió de su ensoñación, volviendo a la realidad, cuando recordó que tenía que hablar con su amigo, para su sorpresa, no lo encontró en su salón ni por ninguna parte. Después lo buscaría. Tenía tiempo. Aunque no era el único que lo buscaba.


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god knows - lana del rey 

𝐖𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐝𝐨 𝐰𝐞 𝐠𝐨‽ |skz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora