Capítulo 4

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3 de diciembre

Abrí los ojos y por un momento no reconocí la habitación en donde estaba, pero al percatarme de un aroma cítrico y fresco sonreí, ya lo recordaba. Miré a mi alrededor; la habitación de invitados era más alegre durante el día, teniendo aun más la sensación de hogar. La tormenta había pasado pero el frío seguía siendo una mierda.

Me levanté de la cama y estiré el cuerpo, me sentía relajado pero tenía la sensación que me hacía falta algo.

Salí de la habitación y seguí el ruido de la cocina, siendo recibido por el aroma a café y a una linda Isa envuelta en una peculiar bata navideña.

-Buenos días.-dije llamando su atención.

-Buen día.-respondió al verme.-Espero que te gusten los waffles, es lo mejor que puedo ofrecerte.-me ofreció una tasa de café.

-Me gustan, gracias.-la acepté.-Aunque debiste dejarme hacer el desayuno. Mi pan francés es muy bueno.

No mentía, Alissa amaba que yo hiciera el desayuno, ofreciéndome dinero por ello.

-Eres mi invitado, sería descortés de mi parte hacerte cocinar.

Tomó nuestra comida y hábilmente la llevó hasta la mesa.

Aunque estaba acostumbrado que las demás personas me sirvieran o hicieran las cosas por mi no quería que ella lo hiciera, quería yo servirle.

-Aún así puedes explotarme a tu antojo.-solté sin pensar.

De inmediato se sonrojó.

-Un día de estos te tomaré la palabra.

Por favor.

-¿Y qué planeas hacer hoy?-pregunté tomando de mi café.

-Tengo que terminar el trabajo pendiente de mi proyecto. Lo entrego, por lo que me quedaré aquí, para concentrarme.

-¿Qué tan difícil puede ser leer historias en Wattpad?-pregunté burlón, rodó los ojos.

Por supuesto que consideraba absurdo leer historias de adolescente, pero no lo hacía con el afán de ser un cabrón, sino porque me gustaba molestarla.

-No es simplemente leer y ya; la historia tiene que ser cautivadora, única y, más que nada, con muchísimo potencial.

-¿En serio crees que encontrarás una historia así en ese lugar?

Me asombraba el hecho de que pudiera encontrar una oportunidad que yo no podía ver.

-Ese es mi trabajo.

-Tendrás que hacer un milagro.-tomé de mi café.

-Me siento con suerte.-guiñó un ojo.

Adoraba esos gestos.

-¿Y cuándo este lugar parecerá el polo norte?-pregunté mirando al rededor.

-Creo que debería hacerlo ya, estamos en diciembre.-respondió no muy animada.

-Puedo ayudarte, aún tengo algo de tiempo,-dije mirando mi reloj.-si es que quieres ayuda.

Tenía una reunión importante dentro de no más de tres horas, aun así no me importaba del todo llegar tarde si así pudiera pasar más tiempo en este lugar.

-Me gustaría, gracias.-sonrió radiante, fue imposible no regresarle la sonrisa.- Pero un momento, ¿no odias la navidad?

-No es que la odie, mi familia no suele celebrar esta fecha. Realmente no tenemos un complejo con ello, simplemente no exudamos espíritu navideño de la manera en como tú lo haces.

During DecemberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora