T/N, una joven que vivió en el bosque desde los 10 años. No sabe quiénes son sus padres, ni de dónde proviene
Pero un día todo cambió, empezando una gran aventura.
En esta historia buscará su origen y despertara un nuevo sentimiento que jamás sinti...
Al día siguiente, desperté en los brazos de kirishima, no quise despertarlo, se veía tan tranquilo, con su pelo alborotado al igual que yo y sus pequeños ronquidos. Mire a mis espaldas cuidadosamente, y no te, que no esta katsuki, de seguro se fue antes por lo que paso ayer, al recordar ese momento sentí escalofríos por todo mi cuerpo. Me levanté sin hacer tanto ruido y obviamente de trate de no despertar a kirishima, mire a mi alrededor y un poco de viento entra por la ventana, era raro que estuviese abierta, durante la noche la cerramos por los insectos. Me cambie en el baño y use mi nueva ropa que compre ayer.
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Fui a la cocina, y katsuki tampoco estaba aqui, me sentí algo triste, pero en la mesa, veo que dejó el desayuno echo para nosotros 2, comi mi parte y le di un poco a la polillita, antes de salir, tome mis 2 espadas y un bolsito pequeño para guardar el libro. Me fui a la casa de izuku para ir a buscarlo, toque la puerta, y espere algunos minutos, no entendía, fui hacia la ventana pero estaba cerrada con seguro, hice lo mismo con la casa de shoto, pero parece que se fueron temprano. Así que me fui a buscarlos, fui primero con shoto, sabia donde trabajaba, necesitaba despejarme de lo que paso ayer. Al llegar al pueblo, fui hacia donde shoto entrena a los jóvenes con espadas de madera, pude ver tambien a varios niños alrededor de él, algunos humanos y otros dragones, como también los que tienen características de diversos animales. Estaban en el centro de una cancha de entrenamiento bastante grande, de arena o más bien, de tierra seca. Mantuve mi distancia para ver que les enseñaba, y pude ver como shoto le mostraba las diversas posturas con las espadas, también como atacar, defender y esas cosas que me enseñó a mi en el bosque, pero..., vi como a algunos les costaban hacer las posturas o se les caían la espada, a diferencia de mi, cuando shoto me enseñaba con la espada o con el arco le agregaba mis propios movimientos, para que sea más cómodo sostener la espada y no sea complicado.
T/N: entiendo que con los que son humanos puedan seguirte el paso, pero... los que son diferentes no pueden... mejor le daré una mano, aunque de seguro dirá que me vaya. -voy hacia shoto-
Al estar algunos pasos de shoto, los que eran niños dragones me miraron algo tristes, les di una sonrisa y les acaricie la cabecita, vi a otras niñas enamoradas por el encanto de shoto que un poco más y le salían corazones de los ojos, me reí un poco bajo para que shoto no me escuche. shoto estaba de espaldas, asi que, me acerqué sigilosamente y le hice cosquillas, pero, en ves de reír, dio un grito tan fuerte que hizo eco en toda la cancha. Se dio la vuelta bruscamente y me miró sonrojado, me di cuenta que estaba avergonzado por el grito, me tape la boca para aguantar la risa, pero un niño con características de lagarto, tiro una risita y entre todos nos empezamos a reír, entre risas y carcajadas, me tiré al piso porque ya me dolía el estómago, algunos niños hicieron lo mismo.
Shoto: t/n!!!!! N-no hagas eso!!! -avergonzado- vete de aquí ahora mismo!!
T/N: JAJAJAJA!!!! POR LOS DIOSES SHOTO, ESE GRITO! DIGNO DE UN REY! Un poquito más agudo no podías!?