01; Sarah and tiredness.

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Chapter 01:

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Chapter 01:

"Sara y el cansancio"

🌙 ¡ ♡ ! ◗ u sure? ✧*🥀

El inconfundible pitido de la alarma sonó por aquella pequeña casa, haciendo eco en la habitación de Elena, quién abrió sus ojos con pesadez para acto seguido deslizar el dedo índice por la pantalla y apagar la melodía puesta por su amiga semanas antes. Estaba cansada, sin ganas de nada.
Luchó durante unos minutos contra el sueño y cansancio, pensando que lo mejor sería darse una buena ducha para quitarse aquella pesadez que tenía por todo el cuerpo la cual le hacía parecerse al mejor zombie de The walking dead al arrastrar los pies por el parqué grisáceo. La ducha fue larga, no le preocupaba llegar tarde a la primera clase del día.

Batalló un largo rato con su cabellera pelirroja, estaba demasiado larga y era muy difícil dejarla decente. Su teléfono se encendía a cada rato y aquello la desconcentraba tanto que acabo por molestarse. Recogió una porción de cabello con una pinza y dejó varios mechones cayendo por su rostro molesto mientras veía las miles de llamadas perdidas que sus amigas le estaban dejando. Estaba llegando tarde y eso ya lo sabía.
Al entrar en su habitación de vuelta sus ojos se fijaron en un pequeño detalle no visto antes. Una chaqueta reposaba en su silla de escritorio, reconoció al instante de quién era y sonrió complacida, esa prenda de ropa se había dejado olvidada a posta, estaba ahí para ella.

—Hoy quizás no sea tan mal día — murmuro antes de ponerse la ropa y el calzado. Cogió la chaqueta y el distintivo olor de su perfume caro le rodeó, abrazándola, le encantaba aquella fragancia.

Una nota de color llamativo reposaba en su viejo portátil. La leyó con chaqueta puesta y mochila en el hombro antes de dirigirse hacia la escuela y despedirse del pequeño minino que descansaba recostado en su cama. Con un poco de suerte llegaría a segunda hora.

Ten la ventana abierta,
nos vemos esta noche.
Atte: tu chico.

🌙 ¡ ♡ !

Echó el móvil al bolsillo y tiro un embalse de café que se había tomado en el camino, rezando para que la cafeína tuviese algo más de efecto en mantenerle despierta que la ducha que había tomado en la mañana. Entró al aula que le correspondía, el profesor empezaba a dar clases y le dejó pasar sin mucho interés. Miró a su alrededor, encontrándose un sivacío junto a su amiga Sarah.

Le miró instintivamente a él, cruzando miradas vacías, sin alguna sonrisa o algún gesto, como si de unos desconocidos se tratasen. Aunque Elena estuviese acostumbrada a ello no pudo evitar sentirse dolida por aquella indiferencia qué día a día le proporcionaba aquel muchacho.

Se sentó junto a Sarah, sacando una libreta de su mochila y robándole un bolígrafo a su compañera de pupitre y amiga. Mientras que jugaba con el bolígrafo en sus manos apuntando cualquier cosa en la libreta, miró a Sarah, analizando su perfil.
Sarah era una chica con pelo bicolor de un castaño natural y un rosa desgastado, de manos suaves, sonrisa debil y mirada estridente. Era una persona que estaba bastante a lo suyo, con una relación difícil en casa de la cual prefería no hablar con nadie. No le importaba demasiado el futuro o el pasado, se centraba en el ahora y le daba igual cualquier otra cosa que no fuese referente a ella. Todo lo contrario a Elena, quien vivía en un continuo "¿Qué pasará?" Y "¿Por qué pasó?" Preocupada diariamente por el futuro y lamentándose por el pasado.

Se quedó tanto tiempo mirando a Sarah, contando las pecas de su mejilla derecha que no se dió cuenta que su amiga le estaba mirando de reojo.

-¿Otra vez no has dormido?- susurró con tono de regañina- deberías de dejar de leer tanto ¿Cuál es el libro que esta vez no te deja dormir?- Elena solía mentir muy a menudo, mentía sobre lo que hacía o con quién se veía, sino evadía la pregunta y saltaba con cualquier otra cosa. Sonrió de lado, pensando en aquel muchacho que le robaba el sueño.

-Donde los árboles cantan- dijo un libro cualquiera, total era una información que quedaría en el aire porque realmente no le importaba a ninguna de las chicas ya que las dos sabían que no había ningún libro, Sarah solo le mantenía la mentira a Elena quien soñaba despierta con la noche anterior.

-Es la tercera vez que lo lees en el mes.

-oh- Sarah miro la chaqueta que aquella mañana calentaba a su amiga, sabía que no era suya pero tampoco identificaba bien de quién era. No iba a preguntar porque aunque le generaba cierta curiosidad no era de su incumbencia así que volvió su cabeza al profesor para seguir con la clase. No había nada más de lo que hablar.

Elena, como de costumbre, estaba apoyada en un brazo mientras daba cabezazos. Se sentía tan cansada que no podía mantener los ojos abiertos.
Hacia meses que se mantenía despierta hasta que no podía más, solo para disfrutar los pocos momentos que tenía con Finn, su amado secreto el cual siquiera le daba una simple sonrisa cuando la veía en público.
Su relación se basaba en las noches en la que dejaba la ventana abierta y se miraban uno al otro hasta que Elena se quedaba dormida. Cuando despertaba él ya no se encontraba y el día volvía a empezar de la misma forma, todos los días eran iguales, Elena estaba cansado de ello.

Pero valía la pena si era por Finn ¿No?

🌙 ¡ ♡ !

La chica se encontraba en su habitación, moviendo la pierna inquietantemente  mientras observaba la ventana, se suponía que estaba haciendo un trabajo de psicología pero la verdad era que no se podía mantener concentrada en sus obligaciones.
No pasó demasiado tiempo hasta que la irreconocible cabellera ondulada de Finn se asomó por la ventana, al momento Elena se encontraba en los brazos de su amado, recibiendo caricias en la cabeza. Suspiró, estaba cómoda y feliz, había esperado todo el día para que sus cuerpos se volviesen a unir en un cálido abrazo, para poder besarlo de nuevo.

—Te extrañé tanto...— Elena sonreía de oreja a oreja. Su corazón se sentía tan cálido, sonriente y feliz que no podía con tanto, tan solo tenía el impulso de arropar a Finn entre sus brazos y darle millones de besos por todo su rostro frío.

Finn soltó una pequeña carcajada y procedió a darle todos los mimos que no pudo otorgarle durante el sol iluminaba aquel día. Cogió su rostro con delicadeza y dejó pequeños besos por sus mejillas -cosa que no le pudo encantar más a Elena- así pasó un rato hasta que beso los labios de su chica

Realmente ese era el momento en que aquellos dos adolescentes empezaban a vivir, el momento en el que sentían sus corazones bajo la piel.

—Te quiero, mi niña— susurró en chico en los labios de Elena para volver a fundirse en un cálido beso.

Realmente parecían amarse.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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Moonlight -Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora