El suelo está frio, apenas siento mis manos, por qué las cuerdas que las mantienen atadas están demasiado apretadas. Trato de incorporarme pero estoy demasiado débil. Necesito desesperadamente un poco de aire, no veo nada con el saco que me cubre la cabeza y empiezo a respirar exageradamente por la boca.-¡Cállate!- exclama el guardia de seguridad que me trajo hasta aquí.
Me da una patada en las costillas y yo me hago un ovillo para aguantar el dolor.
Maldita sea, ¿por qué teníamos que ir hoy al mercado? De no haber estado ahí, jamás me habrían podido inculpar de robar esa estúpida joya.
El gobierno de esta pequeña isla, que pretende ser llamado país, ha hecho esto a mi gente durante décadas. Inculpan inocentes, son llevados ante el congreso, y el resultado es siempre el mismo, culpable.
Hacen todo eso para seguir recibiendo dinero de aquella estúpida empresa que organiza esa aberración de juego al que llaman "Smilest", es transmitido por televisión cada semana, pero claro que nosotros casi nunca podemos verlo. La televisión es un lujo al que sólo los ricos tienen acceso y en este país de mierda, sólo el 20% de la población lo es, el 80% restante somos la población totalmente pobre.
Alguien me quita el saco de la cabeza y la luz me golpea de repente por lo que me veo obligada a cerrar los ojos, los empiezo a abrir despacio y por un momento todo son manchas difusas de colores oscuros, pero pronto me adapto a la poca luz del sótano en el que estoy. Cortan la cuerda de mis manos y yo trato de girar a ver a la persona, pero recibo una fuerte cachetada, estoy tan débil que casi caigo, dos guardias me toman por ambos brazos y comienzan a arrastrarme por un largo pasillo. Aquí hace mucho calor, por lo que supongo que estamos en un lugar muy profundo, volteo a ver las paredes y el techo tratando de encontrar una forma de huir, pero es inútil, aquí no hay ni una rendija de ventilación.
De repente se detienen ante una puerta gigante de acero y uno de ellos se acerca al panel que tiene un teclado numérico y aun que no alcanzo a ver lo que pone, escucho que ha presionado cuatro de los botones. La puerta hace un sonido de engranajes en movimiento y un segundo después está abierta.
Prácticamente me empujan dentro de la habitación y aun que sé que esto es inevitable, me tiemblan las rodillas al ver la camilla y personal médico que se encuentran frente a mí.
Llegó la hora, aquí en cuando una parte de mí muere, después de esto, no seré más que otra marioneta de algún rico que me compre para jugar durante el Smilest.
Con las pocas fuerzas que me quedan, planeo un rápido escape, no conozco el lugar, pero es mi última esperanza de volver a ver a mi madre y mi pequeño hermano.
Sólo hay un guardia sosteniéndome ahora. Evaluó rápidamente la situación, el guardia tiene una pistola eléctrica y una macana, no hay más guardias aquí dentro, pero apuesto que hay un par haciendo guardia afuera, los médicos son fáciles, ellos no tienen ningún tipo de entrenamiento. Hay una cámara en la esquina superior derecha del cuarto, por lo que no contaré con más de tres minutos hasta que lleguen los refuerzos.
Tomo una respiración fuerte y levanto mi mano a mi rostro para quitar un mechón de cabello sudoroso que se ha quedado pegado junto a mi ojo, el guardia está totalmente distraído. Levanto mi codo con toda mi fuerza y lo golpeo en la nariz, suena su hueso al quebrarse al tiempo que empieza a sangrar, rápidamente tomo su arma y lo ataco en el cuello, cae un par de segundos después y todo lo demás pasa en cámara lenta, corro hacia la salida, activo el arma y la clavo en el tablero numérico que saca unas cuantas chispas antes de liberar los engranajes de la puerta, la abro y espero a que entre el siguiente guardia para sorprenderlo, espero un segundo, luego dos, veo a los médicos que están juntos en la esquina contraria del cuarto, totalmente atemorizados, tres y entonces entra, pongo mi brazo totalmente rígido y aprovecho su velocidad para que el impacto en su garganta sea letal, se desploma en el suelo y tomo su arma que resulta ser una de balas esta vez. Me pego a la salida y no escucho nada en el corredor así que salgo disparada y pronto me encuentro con una intersección, decido ir a la izquierda sólo por instinto.
Escucho pasos acercándose, me paro y apunto al pasillo, el primer guardia se asoma y disparo. Lo veo caer y me giro para seguir corriendo, lo estoy logrando, quizá puedo salir de este infierno.
Tomo otra vuelta y luego todo se vuelve negro.
Alguien me golpeo en la cabeza, ni siquiera lo vi venir, y ahora no veo nada, no puedo abrir los ojos, pero siento como me cargan, se acabo.
Lo último que escucho antes de quedar inconsciente es la voz profunda de un hombre que dice:
-Bienvenida a Smilest.
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Smilest
Science FictionEste es un juego psicodélico donde las personas ricas se dan el lujo de jugar con personas reales tal como en un videojuego, los dueños gastan considerables cantidades de dinero por tener al mejor jugador, el más fuerte y el que parezca tener mejore...