No puedo evitar reírme al recordar la cara de chismosxs que pusieron mis familiares cuando regresé a casa de mi primera cita. Les comenté a mis mejores amigos que había salido con un compañero del colegio y como siempre, no falta el que se cree experto en relaciones amorosas (que lo más gracioso es que justo había terminado con su pareja y se por si siempre me anda diciendo que lo traicionó con su mejor amigo pero ya todo el mundo sabe que es joda).
La cosa es que me empezó a preguntar por la cita, que si que hicimos, que si hubo beso, que si hubo faje etc.... Yo la verdad es que no tengo nada que ocultar ni de que avergonzarme así que le dije la verdad, que solo fuimos por un café, después fuimos al cine y al final perdimos dulces porque ese día era halloween y pues como mis gremlins tuvieron fiesta infantil, pues yo hice la colecta de halloween ((aunque ellos siempre andan de fiesta entonces dulces no les van a faltar).La verdad es que, aunque no fue la primera vez que salía con alguien, el hecho de percibir que mi compañero sigue sintiendo cosas por mi a pesar de....déjame ver.... Básicamente, más de diez años (creo que fue hace 17 años cuando estaba en el colegio con el, pero luego íbamos al mismo lugar a montar caballo aunque en diferente horario); bueno el punto es que, después de tanto tiempo, saber que el recordaba lo que vivimos juntos,me hizo sentir esperanza nuevamente. Y no ese tipo de esperanza de volver a creer en el amor, porque yo nunca lo ví con esos ojos, de hecho en el pasado me caía un poco mal aunque no entendía bien porque. La esperanza que yo sentí al reencontrarme con el era esperanza de saber realmente quien soy, como soy y como me percibe el mundo exterior.
Claro, enamorarme no estaba dentro de mis planes, de hecho aún hay ocasiones en que me siento ligeramente insegura sobre dar un paso adelante o volver atrás, pero cuando analizo todo el panorama, me doy cuenta de que es aquí dónde quiero estar.