"El RichMC en busca de las dieciséis lanas" Fanfic

La aventura comienza

- ¿Me lo repites una vez más? - Dijo impaciente su compañero mientras él se sentaba en una roca a descansar.

- Tenemos que juntar las dieciséis lanas sagradas. - Abrió su cantimplora y le dio un trago. - Te pedí que me acompañaras porque eres un amigo de confianza. Además, tendremos la ayuda de Killer y Kau, nos comunicaremos con ellos con esta radio. - Explico una vez más mientras le mostraba un aparato pequeño que al parecer funcionaba con baterías.

- Vale Rich ¿Y por qué no partimos ahora?

- Gona, primero vine a despedirme de mi madre. No quería hacer esto, pero ella me dijo que la persona indicada era yo.

- Esta bien maestro, vayamos entonces. - Comenzó a caminar con rapidez hasta que una piedra lo golpeo en la cabeza.

- Te dije que no me llamaras así. - Grito Rich mientras lo alcanzaba.

El pueblo de los endermans no era muy grande. Se encontraba en un bosque dentro de una cueva, un capricho de la naturaleza bastante hermoso. Las cabañas eran pequeñas pero altas, todas hechas de madera de abedul. En el centro del pueblo había un pequeño lago de agua transparente, al parecer era lo que le daba vida a esos árboles. Alrededor de él había una gran cerca y un cartel que advertía "Peligro: agua". Unas dos casas al lado de la del gurú de la aldea estaba el hogar del Rich.

-Es aquí. - Dijo. Abrió la puerta y antes de que pudieran entrar alguien los freno. - Hola Bunchy. - Saludo a la pequeña niña que lo abrazaba.

- ¡Mami, Richi está en casa! - Grito la chiquilla mientras salía corriendo.

- Richi... - Río Gona.

- Cállate.

Una enderman bastante alta bajo las escaleras. Se dirigió a donde estaban los muchachos y estrecho entre sus largos brazos con fuerza al muchacho wither esqueleto.

- Rich, mi niño. - Beso con dulzura su frente. - Perdón, ya eres todo un adulto. - Las lágrimas recorrían sus mejillas.

- Mamá, no es necesario que vaya, puedo quedarme aquí con ustedes, los protegeré. - Secó el húmedo rostro de la mujer que inmediatamente negó con la cabeza.

- No cariño, no puedes, tu destino es encontrar las dieciséis lanas sagradas y llevarlas al templo. - Camino hasta la mesa del comedor y tomó una alhajero bastante grande. - Yo sabría que esto ocurriría algún día. Lo sabía desde que decidí cuidarte, desde el día en que te encontramos cerca de la montaña de nuestro clan. - Le entregó la caja al joven. - Quiero que lo tengas, te serán útiles en tu búsqueda. Por favor, termina esta masacre Rich.

- Te lo prometo mamá. - Abrió el alhajero y se quedó sorprendido al ver lo que contenía. - ¿Las perlas de las familias de los endermans? N-no, no puedo tenerlas, son muy valiosas para ell-...

- Shh... - Lo callo su madre. - A veces hay que hacer sacrificios. Y este es uno muy pequeño en comparación a lo que tu harás. Tenemos que terminar esto. - Volvió a sollozar. Fue al comedor nuevamente y tomo a la pequeña mascota del Rich. - Ten cielo, llévatelo, él también te ayudara en el viaje.

- Ven aquí Clot. - Tomo a su amiguito y lo metió en su mochila junto con el alhajero. - Regresare a penas termine la misión, te prometo que nos volveremos a juntar. - Tomo las manos de su madre y las beso.

- ¡Richi! No te vayas sin despedirte de mi. - Bunchy apareció corriendo desde la cocina.

- Claro que no hermanita. - Acaricio la cabeza de la niña. - Pórtate bien y cuida de mamá mientras no estoy.

- ¡Si!

Los muchachos salieron de la casa y comenzaron a caminar hacia la salida.

- ¿Mh? ¿Estas llorando Gona?

- Es que fue muy emotivo! - Sonó sus mocos en un pañuelo.

Mientras avanzaban varios endermans entraban con camillas con algunos de ellos al parecer moribundos o sin vida.

- ¿Crees que podremos acabar con esta guerra?

- Es lo que me dijo el gurú, que debía llevar las lanas al templo y esto se acabaría. - Respondió Rich. Miro una vez más hacia atrás e hizo una cruz en su pecho con el dedo, un típico símbolo de despedida de los endermans.