Era un día maravilloso en el imperio de castina, en los jardines del Palacio Real, se encontraban el emperador ruveliss y la emperatriz jieun dando un tranquilo paseo cerca los tranquilos jardines cerca de los bellos claveles.
A unos pasos de ellos se encontraban la reina aristia la Monique, y carsein de Rass, quien daba un informe sobre los progresos de los caballeros.
Pero la tranquilidad del momento se fue al sentirse la atmósfera del palacio pesada, cerca de ellos unas grietas se formaban con rapidez, deformando por un momento el azul del cielo.
Las nubes antes claras se volvieron negras en cuestión de segundos, el agua del lago se arremolinaba, los árboles movían sus ramas de un lado al otro con brusquedad.
Pero de un momento a otro todo se detuvo, los presentes dejaron de cubrirse para observar asu alrededor.
Es como si todo lo hubieran imaginado, pero ellos sabían que no era así las hojas dispersas por doquier y el agua del lago se había desbordado dejando húmedo el césped del bello jardín.
Pero el cielo seguía turbio, las gritas no desaparecieron seguían ahí presentes, pero más grandes en tamaño.
Hasta que del cielo los fragmentos de las grietas cayeron convirtiéndose en polvo antes de tocar el suelo.
Dejando un agujero, que se arremolinaba con las nubes oscuras, por dentro era demasiado oscuro como para ver atraves de el.
Pero un brillo que salía del agujero atrajo la atención de los presentes, dejándolos con asombro al presenciar como unas personas desconocidas caían desde lo alto.
Eran cuatro en total, pero eso dejó de importarles ya que reaccionaron rápidamente al ver que caían desde una distancia alta, si no hacían algo rápido, no saldrían ilesos de esa gran caída.
Pero antes de hacer algo vieron como uno de los desconocidos de cabellera verde de lo que pidieron distinguir, sujetaba a las otras tres figuras mientras cambiaba el rumbo de caida de dirección hacia el lago, para que después de unos segundos los desconocidos cayeran directamente hay, salpicando todo el lugar.
Unas vez que cayeron, ruveliss y carsein desenfundaron sus espadas, para prevenir cualquier peligro.
No sabemos las circunstancias que surgieron para que ese extraño agujero nos llevara a nosotros.
Estábamos tomando un breve descanso de nuestras actividades en el jardín, tomando el té en familia.
Pero todo se arruinó con la llegada de ese agujero, solo apareció arriba nuestro y nos absorbió, no nos dio tiempo de correr.
Lo único que podíamos ver era oscuridad, roxana estaba a mi lado, mientras que allendis y darion estaban a mi derecha.
No estuvimos mucho tiempo en ese lugar hasta que una luz nos empujó hasta un agujero más grande, intentamos aferrarnos a los bordes pero era inútil.
Cada que lográbamos sostenernos, esa peste se rompía hasta que ya no podíamos más y caímos.
Desde esa gran altura podíamos ver el palacio, allendis me sujeto de la cintura mientras sujetaba a darion y roxan con el otro brazo.
Después vimos cómo allendis tomaba impulso y cambiaba de dirección al lago del palacio, para aterrizar ahí mismo y quedar completamente empapados.
lleve a roxan a la superficie primero, como era la más pequeña aún no sabia nadar muy bien.
Una vez ella salió, tomé impulso en mis brazos para salir también atrás mío venian darion y allendis.
Me sentí mas tranquila al ver a Allen ileso, ya que el recibo gran parte del impacto.
Pero antes de sentirme aliviada por completo, pude ver como una espada apuntaba a mi pequeña roxan, sin dudarlo me pare enfrente de ella, mientras que darion la tomaba en brazos mientras allen, me acercaba a el cubriéndome a mí y a mis pequeños.
¡!
Ambos no pudimos evitar sorprendernos al ver cómo la espada caía al suelo, mi mirada recorrió a esa persona y mis ojos denotaban mi sorpresa.
Enfrente nuestro estaban carsein...jieun y mi yo del pasado, así que el que tenia la espada apuntando nos anteriormente era.
Mi mirada recorrió lentamente la espada en el suelo hasta llegar a su rostro.
Por un momento había olvidado cómo respirar, era el era ese maldito bastardo de mi vida pasada.
Ruveliss.
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|Visitas Paralelas|
RomanceVisitas paralelas traerán caos a sus contrapartes, dejando sentimientos amargos y anhelos.