Prologo

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La decana de la escuela del Mal se sentó en su escritorio pesadamente mientras con un resoplido dejaba que su cuerpo se relajara en la silla del escritorio, tirando sus tacones al lado del escritorio y por fin dejando que los efectos del día se comiencen a disipar. Últimamente los días han sido más pesados de lo habitual, todo debido a dos grandes acontecimientos, uno no tenian director y dos debido a que Agatha y Sophie habían dejado la tierra de los cuentos de hadas hace solo unas semanas, la escuela se estaba tratando de modernizar, por ello luego de la restauración a través de la magia que debieron realizar los primeros días. Debieron comenzar a ver la escuela como una sola dejando primero que todo, que los estudiantes accedan libremente a cualquiera de las escuelas, cambiar las reglas de ambas escuelas para que se alineen y por último dejarles elegir su destino y todas esas estupideces y barbaridades que siempre decía Agatha, más les esta tomando demasiado tiempo, Lesso sabia que seria dificil pero nunca pensó que tanto, con los profesores que no estaban dispuestos a ponerse de acuerdo con quien hará las clases de que, si los estudiantes puedan acceder libremente a las clases o deberán elegir un lado libremente y ahora estaban hablando de cómo combinar los dormitorios para que cualquiera podía dormir en la escuela que prefiriera, esto era demasiado tanto para Lesso como para Dovey. 

Lesso estaba más que feliz de tener un tiempo de descanso ,literalmente se habían generado heridas alrededor del talón debido al uso constante del tacón,  abría el libro que estaba sobre su escritorio y comenzaba a hojear casualmente las páginas, pensando que necesitaba un momento para descansar y relajarse, ya que a este paso no terminará viva al final del año escolar. Tomó sus tacones y se escabullo a la zona del patio donde podría estar a solas como cuando estaba en su juventud, sentándose alrededor de un árbol y siguiendo la lectura mientras sus pies adoloridos tocaban el césped húmedo debido a que faltaban unas pocas horas para que anocheciera. Lesso se relajó sobretodo cuando empezó a llegar a su parte favorita de la historia. De vez en cuando echaba de menos su vida como lectora porque le encantaba encontrar un nuevo cuento de hadas y leerlo tantas veces que lo sabía palabra por palabra.

Mientras seguía pasando las hojas del libro, pudo escuchar un rugido muy fuerte, como si viniera de una gran bestia, probablemente eran los siempre entrenando con sus espadas en un animal grande o algo así, no podía importarle a la Decana, así que siguió leyendo su cuento.

Cuando lo escuchó nuevamente, Lesoo miró irritada hacia todos lados buscando de donde provenía el sonido y determinada a acabar con ese estúpido ruido de cualquier forma, la paciencia no era su mejor virtud. No podía ver nada más allá del cielo despejado y el césped verde, así que volvió a su libro y siguió leyendo. El chillido se hizo más fuerte, por ello se levanto ya decidida y se acerco al lago que estaba cerca de las mesitas de té puestas en el patio, la Decana se sobresalto levemente con los ojos y la boca ligeramente abiertos cuando vio al pájaro hecho de ramitas y hojas llevando a alguien hacia su escuela. ¿Se esta llevando a alguien o lo esta dejando?, ¿Algún estudiante lo habrá sacado de sus casillas?. La Decana suspiro esperando que no fuera ninguno de sus estudiantes, cuando el sonido del ave resonó muy cerca suyo.

El cuerpo de una joven fue arrojado bruscamente en dirección al lago que estaba cerca de la Decana, mientras la joven caía Lady Lesso veía venir un final trágico debido a que el lago no era lo suficientemente profundo para amortiguar la caída, pero prefería observar la situación en vez de intervenir, después de todo ella no era ningun heroe. La joven comenzó a acercarse al lago cuando las mismas aguas de este se elevaron, como si el mismo lago tratara de alcanzarla, formando una figura extraña que amortiguó la caída de la joven. Mientras Lady Lesso veía el espectáculo, su mente divagaba, no había visto nada parecido hasta ahora, el lago volvió lentamente a su posición original mientras una pequeña ola dejaba a la joven a la orilla del lago.

Leonora miró a la persona inerte en el suelo con ligera preocupación. En todos sus años trabajando como decana de la escuela del mal, esto nunca le había sucedido a ningún estudiante antes, bueno por lo que podía divisar, no era uno de sus estudiantes y por las ropas que llevaba era muy poco probable que fuera un siempre, si era un estudiante recién llegado era imposible que llegara a mitad de año, además siempre los dejaban el mismo día y en el mismo lugar a todos juntos.

Caminó hacia la joven con todos esos pensamientos en su mente y la pateó con su zapato de tacón para saber si seguía viva, dio un paso atrás cuando la joven comenzó a toser, escupiendo el agua, ya que seguramente trago agua en la caída, para luego levantar la cabeza del césped húmedo. La joven miró hacia arriba con la cabeza inclinada y las cejas arqueadas, por lo que sus miradas se cruzaron por primera pero no última vez....



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"Ojos esmeralda y ojos de oro, ojos de lumbre hechicera" 

°Dulzor, cielo azul, tu boca y mi corazón°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora