parte única

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El Sol le propuso a la Luna casamiento.

Quackity era el Sol del planeta Tierra, salía todos los días cada cierta cantidad de horas, sonriendo alegre por ver el mundo entero a su gusto.

Dijo que la amaba desde hace mucho tiempo.
Desde la época de los dinosaurios, pterodáctilos, tiranosaurios.
Cuando no existía la bicicleta, ni triciclo ni motocicleta.

En sus momentos de descanso gustaba de ver a la Luna, sí, habían muchas alrededor suyo, pero ninguno como ESA Luna, la de la Tierra, tan impasible e imponente, tan tranquila y relajante, ver como arrullaba las pequeñas estrellas a su alrededor, le abría el paso a los viajeros perdidos y era alguien a quien incluso le servían sacrificios, tan magnífico y hermoso.

Los días de eclipse eran sus favoritos desde hace siglos, era una de esas oportunidades con más duración para juntarse, un día así lo conoció por primera vez y no pudo evitar quedar encantado, Luzu era su nombre y lo nombraba con encanto cada que podía, llamándolo a los gritos cuando se trataba de saludarlo a lo lejos mientras trabajaba, quedando con la satisfacción de recibir una sonrisa suya.

Pero la Luna lo encontró tan extraño, una bola caliente que ni se bañaba.
"Imagínese, tenga piedad"
Pero mi corazón no pertenece a nadie, soy la inspiración de todas las parejas, desde los grandes poetas a los más normales.

Luzu no era ignorante en lo absoluto ante la presencia de Quackity, se divertía bastante con su presencia durante los eclipses, ya sean lunares o solares, sus ocurrencias aprendidas con el paso de los años le causaba ternura y agradecía cuando lo ayudaba a callar sus lágrimas en épocas de guerra, donde ambos la pasaban mal por igual al tener que presenciar tales acciones entre los humanos y demás seres vivos que sufrían como consecuencia de ellos.

— Lusu, nunca entenderé el porqué pelean por un pedazo de tierra.— sollozó en su hombro con recelo, regalando al mundo entero un día gris, triste y peligroso.

— yo tampoco Quacks, yo tampoco.— murmuró rodeándolo con sus brazos, queriendo protegerlo para que ya no vea lo que había abajo suyo, gente que se suicidaba, abusaba, explotaba los cimientos de sus casas y se arrebataban la vida los unos a los otros constantemente.

—esto es horrible.

sí.

El Sol le propuso a la Luna casamiento.
Y la Luna dijo: "no sé, no sé, no sé, dame un tiempo"
Y el Sol, congeló su corazón.

"No sé Quackity, esto es tan repentino... te respondo luego, tengo que trabajar."

Pero el astro rey, con todos sus planetas, cometas, asteroides, Tierra, Marte, Venus, Urano y Neptuno, tenía que enamorarse de ella. Que te desprecia y te deja esperar.

No Alexby, él no me desprecia, yo sé que me quiere tanto como yo a él.— aseguró con anhelo a Venus, que lo escuchaba con paciencia junto a Marte,  su pareja.

— pero niño, ya son años los que te dejó esperando por una respuesta.— trató de hacer entrar en razón Fargan, apoyando una mano en su hombro como apoyo.

La Luna se hizo sorda a lo lejos, fingiendo no escuchar mientras hacía su trabajo, sintiendo un poco de resentimiento por lo que le decían los demás planetas, pareciera que solo lo querían alejar de él, de su Quacks.

Resulta que el Sol no estaba satisfecho, fue a pedirle ayuda al viento, más el viento nisiquiera se detuvo, pues no tenía tiempo para conversar.

—Pa, por favor ayúdame, tu lo conoces por más tiempo que yo.— rogó con desespero al viento.— ¿es que en verdad no me quiere?

— no tengo derecho a responderte eso Quackity.— lamentó Willy.

Luna y Sol [luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora