Una historia de amor que se remonta desde tiempos de juventud.
Recuerdo perfectamente la primera vez que nos vimos. Ambas jóvenes de 5 años, yo tendría 3. Sabía que vivías cerca, te llamare Champion como todos los demás te suelen llamar, siempre has sido hermosa. Vivíamos muy cerca una de la otra. Al pasar los años yo llegué a estudiar a la misma escuelita que tú, mi amada Champion. Tú en ese tiempo estarías en 6 grado yo en 4 grado de la primaria. Eras amiga de mi mejor amigo, Sáenz. Un chico bien mozo, que quizás hasta fue tu noviecillo. Recuerdo pasar por el doyo donde estudiabas después de mis citas con el dentista acompañado de mi padre, tú con tus zapatillas rojas con negro Osiris de skater. Lo recuerdo como si fuera hoy.
Te mudaste lejos de mí. Para mi sorpresa, yo también me mudé cerca de tu casa. Sin saberlo, siempre te perseguí. Eras para mí, sin duda, algo en mi interior siempre te quiso, siempre me dejabas extasiada. Viviendo yo en las frutas y tu en Israel. Seguíamos juntas sin saberlo. Finalmente, yo con 13 años y tú con 15 te encontrabas en un desfile sobre un auto que se movía por las calles con los chicos emprendedores del colegio donde asistías. Y mi corazón se enganchó. Inconscientemente decidí buscarte. Quería pasar mi adolescencia contigo.
A mis 15 años mi madre me pregunta que quiero hacer en el verano. Yo sin pensarlo contesto: kárate. Fui a tu academia, si allí estaba tu foto. Me perdí en tu rostro, por fin te conocería. No podía esperar por verte. Finalmente ese día llegó. Me diste tu número, engranamos inmediatamente, yo empecé a admirarte a olerte a sentirte cerca de mi. Te veía a través de los espejos siempre dándote la espalda, nunca pensé que te fijaras en mí pero te podía sentir respirando cerca de mi.
Pasaron años y nuestros sentimientos se fueron haciendo cada día más fuertes. Me había enamorado de ti Champion, practicaba todos los días que podía karate solo para verte. Mi corazón latía solo para ti. Nunca pensé que me correspondías a este amor, siempre trataste de ser heterosexual. Pero no me rendí. Te amaba.
Por fin, una noche que me rehusé a quedarme en casa de mis padres para estar contigo, esa noche me acosté en el suelo y tu en un sillón, te inclinaste sobre mi con una mano en el piso siteniendote y me tocaste el labio suavemente. A las horas teníamos que dormir, me acosté a tu lado, colocando una mano sobre tu vientre y la otra al aire, me tomaste una mano y jugaste con mis dedos mientras nuestras caras se acercaban para respirar nuestras emocionas con un disco que te regale de fondo y una amiga que dormía en la cama del a lado. En la mañana siguiente me levanté excitada por haber estado a tu lado. Tu mirada de asombro lo decía todo. Te quería. Nos queríamos.
Te dio pánico y me abandonaste, yo no sabía cómo recuperarte y escribí una carta obscena llena de emociones y celos. Eras y eres tan hermosa que todos los chicos te quieren para ellos, pero yo te quería para mí. Pero no sabía cómo. Te diste cuenta de mi error y nos separamos. No te vi más. Tenias 18 y yo 16 cuando te busqué, me disculpaste, te confesé todo mi amor. Me aceptaste y lo intentamos.
Conociste a mi familia, pasábamos tiempo juntas al máximo cada día me volvía mas loca por ti. Por ti dejaba todo. En el 2008 yo con 17 años y ella 19, decido viajar al otro lado del mundo, Hawera, New Zealand, te extrañaba como loca no hacía otra cosa que pensar en ti. Sabía que me querías, eso creía.
Sé que pudo ser duro estar sin mí, pero para mí también lo fue. Ya a los 6 meses de estar lejos yo bese a alguien. Y se lo dije. Luego ella me notifica que quiere separarse de mi. Nos damos el tiempo. Tengo una relación con chico buena onda que me enseña que es amar sinceramente, él sabia que amaba a alguien más en mi país natal. Teníamos sexo pero no era mi Champion, aun estando con él seguía pensando en ti, Champion. Sin saber el porqué de la decisión de mi hermosa dama me entero al llegar a mi pueblo natal, que ella sentía una atracción muy fuerte por un hombre que le doblaba la edad, un tipo que había estado en la vida de ella que yo nunca había percatado sus intenciones.
Yo sabía por alguna razón que ella lo quería. Trate de convencerla de que no me abandonara, como muchas veces en el pasado. Ese mes nos dimos el primer beso real entre nosotras. Yo tenía puesto un anillo de piedra verde muy común entre los maoríes, para la buena suerte. Representaba la amistad que yo había entablado en el extranjero.
Al besarla tiernamente, sintiendo toda nuestra energía en el ambiente, el anillo se quebró en dos. Fue el mejor beso de mi vida.
Luego pasaron cosas que me gustaron más.
Mi Champion me dice que ama al tipo viejo ese tanto más o igual que a mí. No puedo negar que me rompe el corazón y prometo que si él viene a verla terminamos, efectivamente terminamos. Yo terminé con ella, yo le estorbaba, soy demasiado gay para alguien que quiere complacer a sus padres, yo soy el pecado que la persigue. Fue la mejor decisión que pude tomar para ella. Pero a la vez solo me herí a mí misma, la perdí para siempre.
En el mismo tiempo a mi abuela le da un derrame y un infarto en dos ocasiones, mi Champion me acompaña al hospital. Para herirme más, al llegar al centro de la cuidad la veo con el tipo que ella decía amar. Cruzo la calle y me auto presento . Ella con miedo en sus ojos. No se disculpa, ya sabía yo que no me quería mas. Crucé nuevamente la calle y rompió en llanto. Nunca más hemos podido estar juntas. Ella no me habla, yo la busco, le escribo, todo tipo de cosas desde buenas, románticas o simplemente malas.
Ella fue mi primer amor, y aun la quiero. Cometí el error de contarles a todos lo homosexual que ella es por venganza al daño que me provoco. Que asumo que yo también soy causante de eso por mi comportamiento irracional hacia ella.
No logré que regresara conmigo. Ya han pasado 5 años y no he tenido una sola relación amorosa con nadie, odio el amor y todo lo que es referente a las parejas. Las odio. Porque nunca podre ser feliz con mi Champion. Vivo de las fotos y momentos pasados. He intentado regresar a las andanzas pero todas sienten mi gran odio por el amor, porque no te tengo a ti. Hace poco escribí un mensaje por Facebook. Despidiéndome de ella.
La dejo ir... por siempre y escribo aquí para ti, mi amor. Yo siempre te extrañaré, tengo que seguir mi vida aunque me duela tanto el corazón sin ti. Siento que no podré ser feliz, tengo miedo de seguir adelante sin intentar estar a tu lado.
¡Creo que nunca me quisiste! Porque no me buscas, no me hablas, no nada. Es que me odias, o estas harta de mi. ¿No te das cuenta que sólo quiero que regreses... gilipollas?
Consejo: No salgan con una chica confundida que no sabe si es gay o hetero. Les va a romper el corazón.
Que viva el amor lésbico. Un beso grande.