Hola. Mi historia es un tanto compleja, pero necesito contarla porque hoy me siento muy triste, como yo diría en la calle de la amargura y el pasaje de la tristeza.
Tengo 24 años, en mi vida he tenido tres relaciones largas, pero en la primera resulto casado, en la segunda regreso con su ex y la tercera es una relación lesbiana.
Yo sé que a muchos le sorprenderá leer esto, no estoy despechada ni pienso que los hombres son lo peor, ni tampoco me defino como lesbiana. Simplemente, sucedió.
La conocí en febrero de 2011. Yo sabia su inclinación sexual. Nos hicimos muy amigas: ella me contaba sus penas y yo las mías. Nuestro pasatiempo era reírnos de todo, nunca estábamos tristes. En verdad la consideraba una de mis mejores amigas.
Al paso del tiempo yo estaba tan segura de nuestra amistad, pero descubrí que ella se metió con mi hermana. Me sentí traicionada e incluso utilizada porque pensé que nuestra amistad solo era una cortina para tapar la relación que ella y mi hermana tenían. Me molesté mucho, por eso incluso planteé que era el fin de esa amistad, pero no fue así.
Seguimos en contacto y a diario ella me decía que me quería y que iba hacer todo para que nadie nos separara, y no sé qué pasó, empecé a confundir los sentimientos.
Un día, entre copas, me besó, pero nunca hablamos de lo sucedido y ahí empezó todo. En septiembre de 2011 comencé con esa relación. Mi hermana y ella me juraban constantemente que no tenían nada y les creí, pero qué creen, no fue así. Descubrí que me mentían y yo estaba sosteniendo una relación con la pareja de mi hermana. Qué terrible situación.
Hasta el día de hoy sigo con esa tormentosa relación En verdad siento que llegué a amarla, pero quiero mi vida de antes. Estar con ella me ha traído mucho dolor e inmensos problemas, eso es lo que dice mi razón, pero mi corazón la extraña cada segundo. Mis celos hacen pedazos mi corazón, pero con cada pedazo de mi corazón la amo.
