Al paso del tiempo el hombre aseguraba que todas las muñecas estaban poseídas por espíritus infantiles, poco a poco el señor se fue convirtiendo en un ermitaño y comenzó a habitar en su isla, solo con las decenas de muñecas rotas y antiguas que recolectaba de la basura. Mucha gente aseguró que tal vez, él era el poseído debido a que cambió radicalmente su forma de ser tras lo sucedido.
Tiempo después Don Julián fue hallado sin vida justo en el mismo lugar donde él había encontrado a la niña que trató de salvar, algunos dicen que se sentía culpable por no haberla salvado y que por eso se había vuelto loco.
Después de la muerte de Don Julián, la isla se convirtió en uno de los atractivos principales de Xochimilco, la gente la visita para observar todas las muñecas que según la leyenda fueron colgadas por el señor vigilante. Hasta hoy la gente cuenta que las muñecas cobran vida por la noche, siendo esta la leyenda la que mantiene con vida turística a Xochimilco.
Si no lo conoces date la oportunidad de visitar nuestro México y sus leyendas.