El último beso del viento

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"Solo sabía, una sola cosa, que era tan insignificante como un grano de arena, algo que sólo yo pude saber, algo que había aprendido de mis errores. Ese "algo" que lo pudo haber salvado ese dia...
Era tan soleado, el sol daba un resplandor tan hermoso que se reflejaba en los ojos de él. Recuerdo que siempre que me veía llegar, sin nada para recibir ni para dar, sus ojos se iluminaban tan... espléndidamente, sus manos, como por inercia, se alzaban lentamente, dejando sus brazos completamente abiertos para recibirme con un abrazo y para luego darme un beso largo y dulce,un beso lleno de tantas palabras que ninguno de los dos pudo haberle dicho al otro para consolar el dolor que nos repartiamos sin darnos cuenta.
Era de noche, yo me encontraba en mi habitación, estudiaba y estudiaba, no me cansaba nunca de leer incontables veces la misma pregunta de las tareas y apuntes que dejaban, siempre fui buena en mi clase, pero a la mayoría no le orgullecia, pero al igual no me interesaba, ¿A quien le hiba ha importar eso? Solo a él... Él era el único que se emocionaba tanto por mis notas.
Estaba leyendo un libro de ciencia e historia, el día siguiente tendríamos algunos debates o disputas sobre los temas para ganar la última nota del año.
Pero, había algo, si pudiera viajar en el pasado, si tan solo pudiera revertir las cosas, si yo tan solo, hubiera faltado o no hubiera hecho lo que hice, si tan solo me dieran tiempo para cambiar todo, él seguíria con vida."

Cuando hiba de camino a su casa, había recibido muchos mensajes de él, pero nunca los leyó, ella se había preguntado si había algo mal, empezó ha tener ese mal presentimiento, su delicada caja se sentía muy pesada.
Cuando había llegado finalmente a su destino,su amado no se encontraba.
Era algo indiferente en su rutina, ella solía salir con él y caminar agarrados de la mano, hablaban sobre sus planes y cosas por hacer juntos en lo que quedaba del día.
Espero, espero y espero, pero él nunca salió, ella se enojo tanto que decidió dejar una nota en la puerta de su casa.

"Si de verdad deseas seguir con ese pensamiento.
Terminemos"
Att:??

Dejó la nota debajo de la alfombra que se encontraba en la entrada de la puerta, se fue enojada, dando pasos fuertes y rápido, cuando ella se enojaba solía tener un carácter fuerte, no media sus palabras y haría todo lo posible por hacer sufrir a esa persona si de verdad le hace daño, ella era un veneno que te mataba lentamente, sin dolor, sin sufrimiento, simplemente hiba rompiendo pedazo por pedazo el cristal que cubría la confianza.



Al finalizar las clases, se quedó en frente de su casa, aun esperando su llegada, ella ya estaba preocupada. Varios mensajes, varias llamadas, buzones de voz, pero ninguno fue visto o respondido por él, lo único que él pudo ver fue las palabras escrita en aquella hoja que dejó en su puerta.

Eran las 3:11 de la mañana, ella aún seguí esperando, con lágrimas en los ojos grito su nombre en medio de la calle, diciendole por que hacia esto, ¿Por qué la lástimas?, ¿Por qué solucionas las cosas de esta manera?

¿Por qué la dejas sola?






E

lla regresó a su casa, devastada, aun seguía llorando, se preguntaba así misma si había hecho algo mal, si de verdad válio la pena recordarle lo que estaba pasando, o acaso, ¿ya no es suficiente para él?

No durmio nada, no comio, solo paso la noche llamando, llamando, llamando, llamada y llamada tras llamada. En su mente ya había grabado las palabras que llegarían directamente, como una flecha hacia su corazon, dejando ese hueco inmenso que dejaría su herida en manos, sus manos... desgastadas, delicadas, unas manos tan delicadas y pequeñas como la de una pequeña niña inocente, sin saber nada de lo que pasaba, o de lo que le pasaría a la persona que ama.

Pasaron 2 semanas, ella siempre hiba ha tocar su puerta antes de ir a la escuela, pero nunca fue respondida. Preguntó por todos lados, a sus amigos, vecinos, familiares, pero ninguno tenía idea de cómo se encontraba.

El día 2 de diciembre, se dio por vencida, esta sería la última vez que lo visitaría y daría su último beso en el viento. La última vez que en su mente, su amor le daría una mirada cálida e iluminada para luego dejarla caer a ese abismo de llanto y tristeza.

Pero en nuestra historia, siempre hay cambios, y hay cosas que nosotros no podemos cambiar, y son cosas que si de verdad tuviéramos esa oportunidad, esa segunda oportunidad, una tan deseada oportunidad, cambiaríamos ese momento, trataríamos de revertir esos dolores y cambiarlos por sonrisas, esas lágrimas derramadas cambiarlas en palabras que revolotean en nuestro corazón para ir directo a nuestro estómago y hacernos sentir tan felices, esos golpes secos en el corazón cambiarlos por un abrazo dulce y reconfortante, que nos haría cambiar en un futuro, yo hubiera querido una segunda oportunidad, pero ¿que se puede hacer?, las personas solo vienen y van, una tras otras, y cada una va dejando una mancha en tu lienzo de vida, para que al final solo quede algo inexplicable, un cuadro lleno de sensaciones y momentos revueltos, pero ese cuadro es tan único que con el tiempo lo vas viendo como una pieza de arte tan hermosa.
Y tal vez esa sea la solución, esperar.
Esperar ha que nuestros ojos puedan ver através de las tinieblas esa bella obra de arte unica que ha estado en frente de ti sin que te des cuenta.
¿No te has preguntado, así sea alguna vez, por que nada cambia?
He esperado tanto tiempo, pero siempre veo ese lienzo de la misma manera, solo manchas negras y grises.
Me he cansado de esperar.

Pero ella, ella espero por él, y su cambio fue tan devastador, en su lienzo solo había la figura del cuerpo de su amado

agarrado de la mano de la muerte.




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⏰ Última actualización: Nov 24, 2022 ⏰

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