Prologo

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Vamos, antes de que comiencen a leer, les aviso que esta historia está inspirada en otra historia con la misma idea.

La creacion de esta historia es gracias a Wizzard2004 y a su increíble fic.

Me encantó tanto que si o si tuve que hacer mi versión.

Si estas leyendo esto, gracias por darme el permiso de escribir esto ❤️❤️❤️.

Espero que no parezca una copia. Juro que me esforcé bastante y me ayudé un poco de la forma en que describen a las gemas y algunas otras cosas en esa Historia.

Ahora si, que comience esto:

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Oscuridad

Los segundos se sienten como horas, las horas se sienten como días, los años parecen siglos y los siglos parecen mileños.

Estar consciente y pasar tanto tiempo dentro de esa oscuridad parece una tortura. No se qué sucedió. No recuerdo cómo llegue aquí, recuerdo vagamente quién soy, mi nombre se perdió hace mucho tiempo en esta densa oscuridad al igual que parte de mi memoria.

En algún punto comencé a contar los segundos y acabé deprimiendome al llegar a las 7 cifras.

Bastantes veces me he preguntado que hago aquí o qué me sucedió. La suposición de que morí pasó varias veces por mi mente, tendría mucho sentido.

Nunca fuí alguien que esté muy relacionado a la iglesia o en la creencia de algún dios, no me malinterpreten. Al inicio cuando era un niño, pensaba que era único y diferente por no creer en ese supuesto Dios pero en algún punto me volví indiferente, si no existiera, mi sorpresa sería minima, y si existiera, lo mismo. En este momento me gustaría que alguien apareciera y me diga que toda esta espera ha sido por la larga fila que hay para entrar al cielo pero... ¿A quién engaño? Estoy desesperado, esta oscuridad me consume a cada segundo que pasa.

Me estoy perdiendo a mi mismo y la desesperación crece cada vez más.

No siento nada, mi cuerpo y extremidades no existen, no tengo ojos, oidos, nariz o boca. Es incomodo y a la vez no. Es como si mi mente estuviera suspendida en un gran abismo cayendo a su final.

A este punto siento que han pasado años. Espero que esta espera de alguna manera valga la pena.

[...]

Mi piel se erizó, mis pulmones comenzaron a funcionar, sentía la fría y seca sensación en mi nariz al respirar, mi cabello tocando mi frente y casi llegando a molestarme en los ojos, más cabello bajando por mis hombros hasta mi cintura, mis extremidades y la sensación de una madera plana sosteniendome, ¿Será una silla?

Estiré mis brazos y un crujido como si no me hubiera estirado desde hace años se pudo oír.

Abri los ojos, sintiendome profundamente agradecido de sentir mi cuerpo otra vez. La luz me cegó por unos momentos y cuando mi vista se aclaró, un hombre de avanzada edad con un bigote que siento haber visto en alguna parte me recibió con una mano extendida.

-"Hola chico."

Su voz sonaba a la clásica voz de doblaje de los ancianos de las películas de Marvel, algo que me pareció extraño. Luego me pareció más extraño poder recordar esa franquicia más claramente que los sucesos de mi vida pasada.

-"~¿Don...?~" *Ejem* "¿Dónde estoy?"

El hombre sonrió y lanzó una pequeña risa al escuchar cómo me aclaraba la garganta porque tenia un gargajo.

-"Me parece interesante que despues de 547 años, todavía puedas hablar de manera fluida. Tienes una mente muy fuerte."

Me quedé estatica al escuchar sus palabras, al parecer sabía de mi situación. ¿547? Es casi la misma cantidad de tiempo que pasó desde que se descubrió America.

-"Creo que debería cambiar mi pregunta. ¿Quién eres?"

El hombre se volteó y comenzó a caminar, mientras hacía esto aproveché y comencé a mirar más detalladamente el lugar donde estabamos. Una habitación blanca, masivamente grande, como un 100x100, el techo era más alto que el de una cancha de voleyball y las paredes estaban tan alejadas que parecian inalcanzables. El lugar estaba cubierto de un blanco que parecía reflejar un 100% de la luz.

-"¿No te parece raro? Años, en un lugar desconocido, tantos que hasta olvidaste quien eres. Ahora estas en una habitación que nunca haz visto frente a alguien que crees recordar."

Escuché atentamente sus palabras mientras me paraba y comenzaba a seguirlo, parecía que quería que lo siguiera.

-"Tu mente pasó la prueba. Aún en la soledad más absoluta, mantuviste la cordura y todavía conservas una parte de ti misma."

-"¿Misma?"

Acaso, me esta hablando como si fuera una mujer... pero si yo... Espera. ¿Acaso no recuerdo mi género?

-"Ves... no lo recuerdas. No recuerdas ni siquiera tu género."

Comencé a sudar. Mientras hablaba, el hombre negaba con la cabeza expresando su descontento.

-"Olvidaste lo más primigenio de ti como individuo. Tu sexo. Pero no puedo culparte, eres bastante fuerte. Mantuviste partes clave de tu ser. Recuerdas el nombre de tu madre, el lugar donde vivías, tu país, incluso las series y películas que veías en tu tiempo libre."

Comencé a temblar y a sostener mi cabeza. ¿Quién soy? ¿Esto es real? Baje mi mano hasta mi pantalon para ver mis genitales pero no había nada, tampoco tenía pechos o algo que defina mi género.

-"No creí que fueras a hacer eso, de todas formas tu eres el que decide que forma tomar aquí. No sabes lo que eres por lo que tienes un cuerpo andrógino y es por lo que no destacas ningun rasgo distintivo de algún género."

Me arrodillé en el suelo y sostuve mi rostro a punto de llorar. ¿Qué soy? ¿Quién es él? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué yo? Varias preguntas inundaron mi mente mientras me lamentaba en silencio. Sentí una mano en mi hombro y al levantar la cabeza el hombre estaba sonriendome mientras me extendía la mano. Por fin lo recordé, ¿Como pude olvidarlo? Ese bigote, esa sonrisa, ese pelo lleno de canas, era él. Stan Lee.

-"¿Tu...? ¿Por qué?"

-"Tu me conocías por ese nombre. Pero aquí me conocen como The One Above All, soy la existencia más poderosa de este y muchos universos."

-"¿Qué hago aquí?"

-"Ningún ser vivo nace con una tarea predestinada, estas aquí por simples coincidencias."

Tragé saliva y sentí un gusto amargo mientras pensaba en lo poco explicativas que eran sus respuestas.

-"¿Que me sucederá ahora?"

-"No me gustaría arruinarte la sorpresa."

Suspiré al mismo tiempo que una luz comenzó a envolverme.

-"Vive. Esa es tu única misión. No hay segundas oportunidades aquí. Faltan 8000 años para lo de Nueva York."

Y... oscuridad.

yo como DIAMANTE BLANCO en el UCMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora