yo como DIAMANTE BLANCO en el UCM

6_ 5 años.

Al cruzar miré a mi alrededor y el Bifrost se sentía similar a viajar por los portales, no puedo explicarlo pero se siente similar.

Faltaban unos segundos para llegar a la tierra así que cerré mis ojos para hacer la sorpresa aún mejor. Después de todo iba a volver a mi hogar.

Al hogar de mi alma. El Bifrost me dejó en la tierra. Podía oir el sonido del pasto del suelo quemandose por las marcas del Bifrost, respiré el aire del lugar y se sentía bastante puro y extrañamente familiar. El sol del sistema solar golpeando mi rostro.

Abrí los ojos y fuí recibido por un paisaje bastante seco, parecía un desierto. Mire a mis alredores y me di cuenta de qué parte era. México. O bueno... lo que en un futuro será mexico.

Giré la cabeza y vi a las gemas que me acompañaron, mareadas y a la Perla en el suelo tratando de pararse sin éxito.

-"¿Tanto les afectó el viaje?"
Miré confundido al grupo de gemas.

-"No quiero volver a utilizar ese medio de transporte... mi diamante."

Los ojos de esa Perla la hacían parecer un camaleon. Creo que todavía esta mareada.

Abrimos uno de los compartimientos y saqué una especie de cristal del tamaño de un teléfono móvil.

-"Perdone mi curiosidad, mi diamante pero... ¿Eso qué utilidad tiene?"

Miré a la Bismuto que me lo preguntó y simplemente coloqué el cristal en el suelo y lo pisé enterrandolo un poco.

-"Solo estoy... marcando mi territorio. Es una garantía de que estas tierras ahora me pertenecen."

-"¿Pero quién tendría la osadía de cuestionar si un planeta le pertenece?"

Su pregunta tenía bastante sentido. Luego de unos segundos pensé en Thanos, Fury y Stark. Todos ellos podrían hacerlo.

-"Solo es para demostrar que... antes de que las futuras especies inteligentes de este planeta descubran sus pulgares, yo ya habré estado aquí."

Las gemas decidieron no cuestionar más a su Diamante y siguieron con sus trabajos.

[...]

-"Aquí tienes Perla, es una lista enumerada de todas las edificaciones que haremos en este planeta."

La Perla tomó la hoja y abrió los ojos sorprendida. -"Mi Diamante, esto es demasiado para un pequeño grupo de 30 gemas..."

-"Recuerda querida, no hay apuro. Podemos tardar el tiempo que sea necesario. Después de todo mis cálculos estiman que en menos de 200 años terminaremos."

Una gota de sudor bajó por la mejilla de la perla al darse cuenta de que perderían 200 años trabajando en un planeta que ni siquiera van a colonizar.

-"Bien... primero vamos a preparar un... ¿campo de batalla?"

La Perla me miró por unos momentos y luego bajó la vista hasta el papel en sus manos.

-"Si, un campo de batalla. Recrearemos lo que pudo haber sido una guerra entre gemas."

[...]

Estaba recostado en una roca mirando el cielo. Había una increíble paz en mi. No tenía preocupaciones o apuros, el tiempo me sobraba.

Comencé a escuchar un sonido molesto, no le presté atención y este sonido siguió y siguió.

Giré la cabeza y vi a esa Perla tratando de hablarme. Por un momento me puse a pensar por qué no la escuchaba. Veía su boca moverse pero no oía el sonido.