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Había sido un día cansado. 

En aquel instante estaba completamente agotado, tanto física como mentalmente.
Las suelas de sus zapatos se arrastraban con pereza sobre el suelo de aquel largo pasillo causando un sonido detrás de si a causa de la fricción sobre el suelo mientras sus manos se apoyaban contra las paredes para continuar con su andar.

El día había sido bastante largo y agotador si era honesto consigo mismo.

Esa parejita tan hormonal no lo habían dejado descansar ni un solo segundo desde que lo raptaron de la universidad.

Un largo suspiro fue expulsado entre sus labios entreabiertos en cuanto llegó frente a la puerta de su departamento. Una de sus manos se metió dentro del bolsillo izquierdo de su pantalón sacando un pequeño llavero en forma de granada el cual venía junto a una llave, con torpeza la ingresó dentro de la cerradura y a los segundos el sonido característico del seguro ser retirado se escuchó. La puerta de madera oscura se abrió e ingresó dentro para después cerrarla detrás de sí.

Un nuevo suspiró salió de él, en verdad estaba cansado. Retiro ambos zapatos he ignoro absolutamente el ligero desastre que permanecía regado por el lugar, después de todo a quien le tocaba la limpieza era al tonto omega con quien compartía departamento.

Con un palpable cansancio pintado en su rostro, llegó a su habitación prendiendo la luz y finalmente se dejó caer como peso muerto sobre su suave cama ahogando un gruñido entre de los cobertores.

Alivio y satisfacción...

Fue lo único que logró sentir su pobre cuerpo después de eso.

Mierda...

Ambos pies punzaban ligeramente por culpa de la gran caminata que hizo en ese día tan "productivo".

No era de esperarse que no pudiera ni con sigo mismo.

Primero los malditos ejercicios del demonio que les obligó a hacer el entrenador.

Realmente solo los hacía con tal de mantenerse en forma y bien preparado para los próximos juegos de deportes contra algunas escuelas del país y extranjeras. Segundo, el hecho de haber sido arrastrado de allá para acá en un enorme parque de atracciones con temática de superhéroes por un energético alfa y una muy emocionada omega. Terminaron con sus planes de llegar a dormir temprano.

No recuerda siquiera si no llegó a subir a alguna atracción, literalmente había probado cada una de ellas, algo bueno fue que no pagó sus propios boletos.

Se acomodo ligeramente sobre la cama, colocando una de sus almohadas por debajo de su estómago mientras sacaba su celular, lo desbloqueo sin sorprenderse al ver la cantidad de mensajes que tenía de ambos chicos quienes le pedían las fotos que había tomado horas atrás.

Realmente se preguntaba cómo demonios se había metido en todo eso.

Había terminado siendo el jodido cupido de ambos prácticamente.

Se metió dentro del chat de cada uno notando su conexión en línea, "Probablemente están hablando" Fue el vago pensamiento que cruzó su cabeza.

Se dedicó a seleccionar únicamente las fotografías que había tomado ese día con ambos tórtolos. En la mayoría de las fotografías salía la pareja, ya sea tomados de la mano, sonriendo mutuamente como idiotas, comiendo de un mismo algodón de azúcar o alguna golosina, sentados frente a él en un mismo juego.

Una ligera sonrisa surco sus labios mientras negaba y las enviaba.

─ Son tal para cual. ─Hacían una linda pareja.

Ojos que callanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora