Historias cortas con temática navideña de los best shipp de la industria del manga y el anime.
Ningún personaje me pertenece, créditos a sus respectivos creadores.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🎄Advertencias🎄
— Pareja: Osamu Dazai x Atsushi Nakajima
— Anime: Bungou Stray Dogs
— No sigue el universo original
— Atsushi cannonicamente es legal así que me imagino que nadie me vendrá a llorar por ello
— Dazai espera pasar una Navidad a solas con su gatito pero este ha invitado a todos sus conocidos
— Yaoi, BL o dos falsos heterosexuales dándose amor, como ustedes lo vean
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La fecha del 24 de diciembre llevaba ya varias semanas marcada en su calendario. ¿Por qué? Pues porque era la fecha que había acordado con su tierno y sexualmente activo novio para pasar juntos. Desde el 1 de diciembre, Dazai había estado tachando uno a uno cada día del calendario hasta llegar al día de hoy. La gente de la oficina le veía raro cuando este sonreía si escuchaba decir a alguien que ya queda menos para Navidad, pero si entendieran sus motivos para festejar, entonces ellos también sonreirían para sus adentros.
Citando a un famoso meme de Internet, ¡Es hoy! ¡Es hoy! Y sí, era hoy, era hoy el día por el que había estado comprando ese tipo de material en Internet. Desde que organizó esa cita con Atsushi, Dazai había estado pensando qué sería un buen regalo para su novio y teniendo en cuenta lo mucho que amaban ambos revolcarse entre las sábanas, pues Dazai había pensado que le haría gozar de lo lindo esa Navidad sin permitirle salir de la cama. Para ello había comprado varios "regalitos" que harían llorar a su gatito de placer. Plugs anales, vibradores de distintos tamaños y formas, esposas de peluche, lubricantes, una correa para su cuello, una fusta para satisfacer su sucio fetiche de dominar y muchas cosas más. Esa caja envuelta en papel de regalo era una auténtica bomba que causaría un infarto a una monja si la abría. Pero qué más daba, nadie más que ellos iban a ver ese regalo y nadie más que ellos serían testigos de la sucia sinfonía de gemidos que se desataría en el piso de Atsushi.
Cuando Dazai llegó frente a la puerta, se aseguró de estar implacable con el traje que había elegido minuciosamente. Que nada más entrar seguramente acabase sin ropa no era excusa para no vestirse bien para ver a su gatito travieso. Tras llamar al timbre, esperó a que la puerta fuese abierta sujetando esa sucia caja llena de depravados regalos. Cuando la puerta al final se abrió, el rostro de Dazai se deformó en una mueca de desagrado cuando vio a Chuuya mirarle de arriba abajo.
