Todo comienza un día normal y corriente en el que una niña juega con sus primos, ese día específicamente lo usaban para jugar las escondidas, ese día todo iba bien, hasta que la niña se fue a esconder y allí conoció a su AMIGO.
Todo Era perfecto, siempre estábamos en casa haciendo dibujos, cocinando o el enseñándome cosas del mundo que desconocía.
Una vez le dije que ya quería ir a casa habían pasado tres años y ya quería ir a ver a mi familia, el dijo que estaba más segura allí, así que hacerte con la cabeza y seguí dibujando...
Cierto día el salió y me dejó en casa, ese día salí corriendo hacia el bosque para poder llegar a casa y sorprender a mi familia, pero por más que corría no llegaba a ningún lugar, solo habían árboles y más árboles, me cansé de correr y comenzé a llorar y en eso llego el y me llevo nuevamente a casa y me dijo que no volviera a escaparme o tendría problemas...
Un día me dijo que si me portaba bien y hacia lo que él decía me sacaría a pasear al lado más lindo del bosque, yo quería salir desde hace mucho así que hice caso a todo lo que me decía, ese día fue uno de los mejores que pase alli.

Pasaron tres meses exactamentes para yo armarme de valor e intentar escapar nuevamente, espere que saliera de casa para luego comenzar a correr, intentaba no parar pero cada vez me quedaba con menos aire, llegué hasta un gran árbol y encontré una silla y un libro encima de ella...Quise descansar así que me senté y comenzé a leer, era una historia la cuál hablaba de una chica que se volvió loca después de conocer a la muerte, la chica siguió y siguió leyendo y comenzó a pensar en su gran amigo, luego de esto se dio la vuelta para verlo justo detrás de ella, ella se asusto y el solo le dijo que se tenían que ir, el la tomo de la mano y se la llevó a casa..
-TE DIJE QUE LA PRÓXIMA VEZ TENDRÍAS PROBLEMAS.
Con solo decir eso me tranco en la habitación y me dejó allí durante horas... Cuando ya no podía aguantar mas mis gritos de que me deje salir me comenzó a gritar, fue la maldita primera vez que lo escuché gritar y yo igual le grite

Cuando terminó de gritarme me abrió la puerta como si nada había pasado y yo solo salí furiosa.
En ese momento sentí que el estaba triste así que tome su mano y luego lo abraze pidiéndole perdón por lo que hice.
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El se arrodilló y con eso lo abraze, fue la primera vez que lo había abrazado y se sentía bien, me sentí segura como la primera vez.
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