Un poco más

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La habitación era apenas un borrón ante sus ojos. Las pequeñas lágrimas le impedían notar al detalle todo, pero no era necesario, sus demás sentidos le permitían disfrutar del entorno cálido.


Gimió una vez más al sentir como el plug en su ano era movido, masajeándole ese punto que le hacía delirar. Intentó moverse en busca del alivio, pero las cuerdas negras enroscadas en su blanca piel le restringieron causándole un delicioso dolor.


Sintió un ardor en su nalga, un dolorcito causado por una mano. Su castigo por moverse cuando claramente le habían dicho que no lo hiciera. Sabía que esos dedos quedarían marcados, rojos sobre su suave tez y eso simplemente le excito, sintiéndose un poco más al borde del abismo.


Su piel se sentía caliente, transpiraba y logró distinguir como las pequeñas gotas de sudor resbalaban por su cuerpo. Aspiró profundo y el delicado aroma de la vainilla con cuero le inundó por completo. Amaba ese olor.



—Has sido tan complaciente. –Escuchó esa bella voz mientras sus labios rozan la piel de su nuca–. Aguantando todo lo que te estoy dando –sintió sus dedos presionar justo donde le habían hecho la última marca–, siendo toda una obra de arte, mi propia y única obra de arte.



Percibió como su presencia se aleja y parpadeó con fuerza, intentando que las pequeñas lágrimas dejaran de enturbiar su visión; nuevamente su voz le embrujó.



—Si pudieras verte, sin poder moverte, con mis cuerdas exponiendo tu perfecto cuerpo para mí. –Logró aclarar su visión y lo que vio le fascinó.



Podía notar la excitación ajena y eso solo aumentaba la propia. Su piel se erizó al ver como se tocaba y jugaba un pezón sin quitarle la vista de encima. Su pulso se aceleró, quería más, necesitaba tener más y no le importaría rogar por eso.



—Por favor –vio esos ojos verdes y olvidó su orgullo–, necesito más. Por favor.



Admiró lo que sus palabras ocasionaron y sonrió con complacencia. Ver esas esmeraldas oscurecerse; pero sobre todo, ser causante de esa pupila dilatada fue suficiente para saber que pronto obtendría lo que anhelaba. Sabía que no obtendría más palabras dulces o alabanzas, no hasta que todo culminara y eso solo podía enardecer su interior un poco más. El deseo corriendo vertiginoso por sus venas, consciente de que pronto le harían llegar al límite.


Su voz salió estrangulada por el placer y gimió una vez más. El plug había sido retirado de su angosta entrada y solo podía significar una cosa: algo más grande pronto entraría en su cuerpo y eso; eso simplemente sería la cúspide del placer.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2022 ⏰

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