Capitulo 1 ~ De verdad lo siento

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Amber
Tengo 17 años, vivo en Barcelona. Mi vida es normal como cualquier otra, vivo con mis padres pero prácticamente sola ya que ellos siempre están de viaje y solo los veo como una semana al mes. Es un poco complicado.

Me gusta mucho el fútbol pero, no jugarlo. Se absolutamente todo sobre él ya que mi padre me enseñó desde chiquita y íbamos siempre a los estadios y juegos. Aunque ya hace bastante no voy, sinceramente no me da tiempo con los estudios y todo eso. Me gusta pasar mayormente mi tiempo a solas, he aprendido a vivir sola y saber estar sola.

Y se lo preguntan que es sobre mi vida amorosa, no hay mucho que decir. La última vez que me llamo la atención alguien fue hace años, me le declare y me rechazó. Desde ahí me dije que no valía la pena buscar amor en alguien si yo misma me lo puedo dar. Entonces tampoco busco algo amoroso en estos momentos.

Narra Amber
Era un lunes por la mañana y de verdad me sentía demasiado mal, mis padres me llamaron que no iban a poder venir está semana a Barcelona que se iban de nuevo a Brasil a negocios. Hace un mes no los veo y sinceramente ya me voy acostumbrando al final de cuentas es la vida que me tocó. Me aliste y me puse ropa deportiva, agarré una botella de agua y salí a correr.

Siempre iba al mismo lugar cuando salía a correr era un parque, me encantaba ir ahí a ver las palomas y la fuente. Iba corriendo, un momento mi mirada se desvío y cuando me di cuenta había tropezado con alguien y caí al suelo.


- Cuánto lo siento, no era mi intención -exclamé desde suelo ya que no podía levantarme del dolor que sentía, pues había caído muy fuerte-

- El que lo siente soy yo, no te vi -Contesto aquel chico castaño dándome la mano para poder levantarme-

- De verdad lo siento. -Agarre la mano del castaño para poder levantar pero lo único que logré fue que unas lágrimas salieran de mi, no aguantaba el peso sobre mi pie izquierdo-

- Te duele mucho? -Dijo el chico ayudándome a sentarme en unas de las bancas del parque-

- Si, no soporto el dolor -Dije con unas lágrimas en mi cara-

- Me llamo Pablo mucho gusto, quieres que te lleve a alguna clínica? -Dijo el castaño con una leve sonrisa-

- Si no es mucha la molestia, lo agradecería mucho de verdad me duele bastante -Dije para luego el llamará un taxi y montarnos, claro el me ayudó ya que no puedo ni apoyarme-

Narra Pablo
Tengo que mantenerme en forma por los partidos así que siempre salgo a correr por las mañana solamente que está mañana no ha salido nada bien. He acabado en una clínica con una pelinegra a la cual desconozco, lo que me llamo la atención por qué no supo quien era yo, ya estaba acostumbrado que con quién hablara me conocieran. O solamente era mi egocentrismo al máximo esplendor.
Dejando eso de lado, me encontraba en una clínica esperando que fuera el turno de la pelinegra, de verdad me sentía mal ya que por mi culpa estaba ahí con dolor. No la conozco ni nada, pero se lo que se siente ese tipo de dolor

- Tienes un esguince en el tobillo, por esa razón no soportas el peso al pararte -Dijo una enfermera entrando por la puerta-

- Mierda... -Susurro la pelinegra-

- Y ahora que le van hacer? -exclamo yo, mirando a la enfermera seriamente-

- Pues yeso no va a tener pero si va a tener unas vendas por un buen tiempo y va a tener que tomar unos medicamentos para desinflamar, ya vuelvo -dijo la enfermera con una sonrisa leve y saliendo de la puerta-

- Mucho gusto Pablo, soy Amber. Gracias por traerme ya te puedes ir si gustas -Me dijo la pelinegra con una que otra lágrima por el dolor-

- Quieres que llame a tus padres para que vengan? Así no te quedas sola. Necesitas ayuda al levantarte y así -Dije seriamente-

- No, mis padres no están. Yo puedo sola, gracias por la ayuda de venir conmigo acá, insisto te puedes ir y de verdad lo siento mucho, no te Vi -dijo la pelinegra-

- En serio te vas a quedar sola?

- Si, gracias por preocuparte pero, en serio no pasa nada

- Ya que insistes, adiós -Dije para luego levantarme e irme, iba de prisa ya que tenía entreno a las 9 y eran las 8-

Narra Amber
Que suerte la mía joder, salgo a correr normal y termino en una clínica con es esguince. Pero no me quejo gracias a ese chico que estoy acá ya que no me pude haber levantado sola. Es un poco guapo tengo que admitir pero bueno, ya no lo volveré a ver más. Ahora solo tengo que esperar a que la enfermera venga a ponerme las vendas

-Entro la enfermera a mi cuarto para decirme- Señorita ya viene el doctor para ponerte las vendas y explicarte todo. Y tú compañero?

-Frunci el seño hacía lo que me dijo- que compañero?

- El futbolista Gavi. Es que una compañera de trabajo quería una foto.

*Futbolista?? De que habla esta chica?*

- Primero que todo no sé quién era, solo se que se llamaba Pablo y le pedí que se fuera. Ya viene el doctor? De verdad me urge irme de aquí -Dije yo de mala manera, cuando termine de decir eso entro el doctor a la habitación-

El doctor entro y nada emocionante me dijo que fue muy grave el esguince y que me tengo que cuidar mucho. Que me iba a dar unas muletas para poder irme, ya que le comenté que nadie podía venir por mi. Me dió uno que otro medicamento, me levanté, llame el taxi y me fui para mi casa a procesar todo lo que me había pasado está mañana

Narra Pablo
Llegué a mi departamento, agarre todo, me cambié y me fui de una vez corriendo para el entrenamiento iba demasiado tarde. Cuando llegue el primero que me saludo fue Pedri

- Joder chaval casi no llegas -Dijo el riéndose-

- Es que me pasaron unos inconvenientes en la mañana pero ya estoy acá -de una vez me fui a cambiarme y salí a la cancha-

Después de entrenar Pedri me dijo que saliéramos a almorzar, así que me duche ahí mismo y nos fuimos a un restaurante. No tan largo de dónde estábamos

- ahora sí me vas a contar que te paso? Nunca llegas tarde tío, es de preocuparse -Dijo Pedri viendo el menú-

- Es que no paso nada, salí a cominar y tropecé con una pelinegra la cual la tuve que llevar a la clínica porque no se pudo levantar. Y tuvo un esguince -Dije yo sin importancia-

- Y quien era la chica? -dijo el dudoso-

- Ya te dije, una pelinegra con un esguince en el tobillo -Dije yo y Pedri se rió-

- Aww chaval que descripción más buena. No le pediste el número? -dijo con una sonrisa picara-

- Joderr, que no. Sabes que no me interesa conocer a nadie, solo me quiero enfocar ahora mismo en el fútbol. No tengo tiempo para enamorarme

- Deberías de darte una oportunidad y experimentar con chicas -Dijo Pedri para luego llamar al mesero y pedir la comida-

De verdad en estos momentos el amor no era una prioridad para mí, soy muy independiente y la verdad porque querer que alguien me de amor si yo mismo lo puedo hacer? En estos momentos solo quiero enfocarme en el fútbol.
Luego de mi charla con Pedri seguimos hablando mientras comíamos y ya luego cada quien para su casa. Cuando llegue a mi casa me duche, y me acosté a dormir. Estaba exhausto por todo lo que pasó el día de hoy, uno no siempre termina en una clínica con alguien que ni conoce. Pero en fin ni al caso con esa chica ojalá se recupere y ya

























Holaaa, espero les haya gustado este primer capítulo. Si pueden compartir la historia que le llegue a más gente lo agradecería mucho <33

Que difícil es no esperar (Pablo Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora