Hoy Mereces Ser Feliz.

Ep. 1

_P-por favor... B-basta...

Se escucha un tenue murmullo entre la oscura habitación, seguido de varios golpes, hasta que, finalmente todo sesa.

_Más te vale traer dinero para al rato!

Grita un hombre enojado hacia el chico que yacía casi inconsciente en el suelo, alrededor de un charco de sangre, pocos segundos después de eso el hombre se fue de ahí, dejando solo al pobre joven de apenas 17 años de edad.

Días antes.

_Claro que sí señorita, estoy a sus órdenes, en un momento regreso.

Dice con una gran sonrisa Xiao XingChen, un joven de estatura promedio, tez blanca, y ojitos risueños, con un hermoso brillo, para después retirarse e ir a atender a algunos clientes. Rato después, cuando la mayoría de los clientes se había retirado, y su turno terminó se despidió de sus compañeros y salió corriendo hacia uno de los mejores bares de la ciudad, en donde trabajaba, bailando y provocando a los hombres que iban a aquel lugar, él era la sensación de aquel bar, muchos iban sólo para verlo bailar, aunque lo hacía de manera anónima, usando un velo que cubría la mayor parte de su rostro, dejando ver solamente esos hermosos ojos, que a tantos clientes habían logrado cautivar.

Rápidamente entró por la puerta trasera de aquel lugar, y se dirigió a su camerino, para así cambiarse y colocarse el velo que tapaba su rostro. Momentos después salió, y esperó a que lo presentaran para poder comenzar a bailar y seducir a los clientes, una vez presentado, empezó con un ligero movimiento de caderas, al ritmo de la música, para después comenzar a moverse más, de manera sensual, acercándose a un chico que lo miraba con lujuria, lo tomó de la corbata y jaló hacia el, acariciando su rostro con sensualidad, para después dejarlo y seguir bailando, así hizó con varios clientes más, hasta que luego de unas horas se retiro a su camerino y miró el reloj con cansancio, suspiro al ver que ya era muy entrada la madrugada, se cambió, retiró el velo de su rostro y se fue del lugar, comenzando a caminar a paso lento hacia su casa. Poco rato después llegó y entró, haciendo el menor ruido posible, pero al estar oscuro chocó con la mesa, tirando un vaso de vidrio que había encima, despertando a su padre, que se encontraba en el sillón, con una botella de alcohol en la mano.

_Maldito imbécil, no puedes entrar sin hacer ruido?!! Porqué carajo no tienes cuidado? Acaso lo hiciste adrede? Para despertarme?!!

Gritó molestó el señor mientras dejaba su botella sobre la mesa y se acercaba al menor, mientras este retrocedía con temor.

_L-lo siento padre, p-por favor perdóname... Y-yo...

_Cállate!! Acaso te dí permiso de hablar?!!

Gritó de nuevo con enojo el hombre, para enseguida soltar un golpe, logrando hacer que el chico caiga al suelo, seguido de varios azotones, golpes y patadas, rato después, el chico se encontraba en el suelo bañado en sangre, casi muerto, el padre lo miró enojado y se fue de ahí. El chico al estar tan herido no podía ni levantarse, como pudo, se arrastró hasta su habitación y se recosto sobre algunas cobijas que estaban en el suelo, cerró los ojos con fuerza, tratando de soportar el dolor. Los días siguientes no había ido a trabajar, ni a estudiar, debido a todas las lesiones que traía, no podía ni levantarse.

Presente.

El chico se levantó con la poca fuerza que le quedaba y fue al baño, para limpiar toda la sangre, una vez terminado, se dirigió a su habitación y rápidamente se cambió, para luego irse a la prepa, salió de la casa y caminó despacio, con mucha dificultad, cuando llegó, fué a su casillero para acomodarlo y tomar algunas cosas para su clase, hasta que escuchó como alguien era intimidado.

_Wen Ning, dame tu dinero si no quieres que te lastime!!

Dijo molesto un chico de ropa negra, mientras tomaba al chico del cuello de la camisa.-