15. Interrupciones

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-¿Quieres venir a mi casa? - Dice de repente. Sus ojos observan mi reacción cuidadosamente. Mi corazón late alocadamente al imaginarme en su casa. Oh Dios Mío.- A estudiar.- Se apresura a aclararlo.

-¿Y las clases?- Me muero por ir, pero necesito aprobar...

-La primera clase ya ha acabado y hemos perdido 30 mins de la segunda.- Parpadeo varias veces hasta que lo proceso.

-¿QUEE? ¡¡Pero necesito esas clases para pasar de curso!! No puede ser...

-No te preocupes.- Dice besándome en la frente.- Yo te enseñare en menos tiempo todo lo que necesitas para aprobar.- Abre la puerta del copiloto y hace una pequeña reverencia bajando su cabeza- My lady.

Sonrió y entro, ella se desliza en el asiento del conductor y cierra la puerta que se había quedado abierta.

-¿Qué pasa con Vero y Max?

-Probablemente irán en la moto de Max.

De repente recuerdo a Lisa llegado con la moto.

-¿No habías venido en moto? No la vero.- Paso la mirada por el aparcamiento pero no veo su moto por ninguna parte.

-He venido en moto.- Dice mientras salimos del instituto.- Pero he ido a casa y he bajado en coche, igual que ayer.- Acaricia mi mano, pasando las yemas de sus dedos por mis nudillos. No puedo resistirme y entrelazo mis dedos con los suyos. Mi mente se atonta y tengo que forzarme a hablar.

-¿Para qué has ido?

-Bueno, tenía que asegurarme de que una niña buena no se muriera de hambre. Así que subí, hice la comida, y baje para dársela.

-¿Has hecho tu esa comida, y la de ayer?- Ella asiente.- Estaba buenísima y.... Esto... N-No sé qué decir. Muchas gracias por preocuparte por mí.- Levanta la mano que tenemos unida y me da un golpecito en la frente.

-Tonta. Pues claro que me preocupo por ti.- Besa nuestras manos unidas.- Tú eres lo más importante para mí. Lo has sido desde que te conocí en aquel balcón.

-Lisa... -¡Yo también! Desde que la conocí nadie me ha hecho sentir especial o llena cómo lo hace ella. Siento como me llena una ola de admiración y amor por Lisa... Qué demonios. Por mi novia. Sonrió ante ese pensamiento estúpido.

-Oye am... Quiero contarte lo que ocurrió ese día y porque estaba así pero yo... No quiero asustarte.

Desde que la vi por primera me he preguntado como acabo tan herida y malnutrida, pero nunca me he atrevido a preguntarle. Por respeto y por temor. Por supuesto esperare a que esté lista para contármelo, ella dice que tiene miedo de asustarme pero debería saber que yo la amo tanto que tiene que ser algo horrible para asustarme, y aunque me asustara no saldría corriendo ni nada por el estilo.

-¿Jennie? ¿Estás bien?- Me aprieta un poco la mano. Me está mirando fijamente, entonces recuerdo que no le he contestado. 

-Sí, sí. Solo estaba pensando que esperare a que estés lista. Ah y no te preocupes, no voy a salir corriendo. Como la última vez.

Ella ríe y su melodiosa voz resuena en el interior del auto.

-Me sorprendiste mucho aquella vez, no esperaba que fueras a salir corriendo.

-No sé en que estaba pensand.. ¿Vives a las afueras?- Observó el bosque al que estábamos entrando- No sabía que hubiera casas aquí

-En realidad no hay. Mi casa esta dentro del bosque que nadie se acerca a kilómetros en la redonda. Su existencia es un secreto y su localización aun más, pero quiero que la conozcas y sepas donde está.

¡Ámame como yo te amo! (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora