𝐒𝐄𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍 ✓

╰►﹫𝐒educcion

❝𝐒𝐄𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍❞

Era conocido que a Messi le encantaba divertirse, como le encantaba el fútbol. Así que era conocido por ser un experto a jugar fútbol cómo a jugar en la cama, pero lo último quedaba únicamente tras bastidores.

Lo que se dio allí se quedaba allí.

Ochoa era uno de los tantos flechados de Messi, la diferencia entre los otros y él, que él sí estaba dispuesto a jugar cómo Lionel lo hacía. Y era eso lo que le atraía a Ochoa. La seducción innata de Messi, aunque fuera un omega normal, sin ser dominante él ya dominaba.

Lamentablemente Ochoa tuvo que esperar a que el mundial en Qatar comenzará, pues él nunca había tenido un solo encuentro con ese omega. Podría verlo al menos en la llegada de las selecciones y eso le bastaba. No por mucho tiempo.

Su vuelo se retrasó junto con el de su selección, ya allí en el vuelo, bufó al escuchar nuevos rumores de Messi y Cristiano por parte de Lozano. Porque sí Lozano era simp de esa 'pareja'.

Aunque era evidente que Cristiano no abandonaria todos sus años de magnífica relación con Georgina, su pareja, quien de pasó era la madre de su hijo -además madre simbólica de los otros tres- por Lionel.

Esos rumores eran antiguos, databan de cuando ambos estaban en España por el 2009 y solían convivir y competir demasiado, pero ahora gracias a que algunos medios especulan que Messi no renovará contrato con el PSG re-surgieron esas habladurías.

Tuvo que aguantar todo el viaje con dolorosas escalas escuchando a Lozano hablar de ellos dos. Sus oídos sangraban cada que Lozano nombraba sus nombres, porque sabía que no se iba a hablar de lo buenos jugadores que eran, si no, de sus supuestas aventuras en la
cama. Cosa que no debía de ser de su incumbencia.

Ya con las fechas de los partidos dadas, Ochoa se contentó al ver su partido con Messi, un México contra Argentina no sonaba mal. Más si él ganaba.

26/11.

Extrañamente sus nervios subían cada vez que escuchaba ruidos de la hinchada mexicana. No se escuchaban molestos eso sí. Pero cada vez que lo nombraban a él sus piernas temblaban, al igual que sus manos. Le hacían recordar a esa rulosa persona y a su parecer de ruda apariencia.

El ya venía con ese estrés que le causó perder contra Arabia Saudita pero no esperaba que fuera así. Así no era el estrés. Temblar, sudar y que estuviera jodidamente caliente no eran síntomas de estrés.

No, no. Definitivamente no se debía ni a su ansiedad ni al afamado estrés, era algo más hormonal, si, algo como el Celo.

Abrió grandes los ojos. No había empacado sus pastillas. Ni los parches, ni al menos un maldito dildo. Pero ya no había solución, quedaba muy poco para que el partido empezará.