1 de septiembre de 1975
Arydea Angelova
Justo en estos momentos estaba de camino para ir al tren que me llevaría a Hogwarts para comenzar mi quinto año y la verdad es que estaba demasiado emocionada por ir.
Aunque debía reconocer que no me hacía demasiada gracia ver a James Potter, un idiota de ser humano que solía ganarme en nuestro campeonato de todos los años.
Un campeonato donde cada año, un día en particular, que obviamente era el uno de abril, solíamos dejar ese día libre sin importar si fuera un día de clases o no, para hacernos bromas. En ese día se demostraba quien era el mejor haciendo bromas. Un día donde nadie podía sermonearte o castigarte, y el ganador, era el Rey o la Reina de las bromas durante todo el año. Por obvias razones, los dos que quedaban, el perdedor de esos dos debía hacer lo que el ganador quisiera durante ese año, hasta que volviera a ser el día.
Aunque también debía reconocer que aún no entendía como es que el director y los profesores nos dejaban competir y hacer bromas. O sea, si yo fuera la directora, no dejaría que eso pasara. Nah, a quien quería engañar, estaba segura de que yo les diría que tuvieran un campeonato así.
El problema es que James y yo éramos siempre uno de los finalistas, y el año pasado el idiota me había ganado, así que sabía lo que me esperaba una vez que llegará a Hogwarts.
En mi tercer año, logré ganarle, algo que me hizo demasiado feliz porque podía aprovecharme de James, pero este año James había logrado ganarme, así que no perdía la oportunidad de molestarme.
Algo que odiaba de él era que fuera tan egocéntrico, odiaba verlo y siempre que alguien mencionaba su nombre hacía que me dieran arcadas.
—¿Estás lista Ary por este nuevo año escolar? —mis padres y los padres de James eran muy buenos amigos, lastimosamente sus hijos no siguieron sus pasos y dudaba demasiado de que eso pasara.
—No, tendré que ver al idiota de James y aún encima hacer todo lo que él quiera hasta abril... ¿Y si mejor no voy a clases hasta abril?
Papá aparcó el coche y miro a mi madre con una expresión divertida, al igual que ella.
—¿Qué? —pregunté confundida por sus miradas.
—No vas a faltar a las clases solo por eso —dijo mi padre riendo.
—Además, tu enemistad con James, estoy muy segura de que cambiara... Ya sabes, del odio al amor hay un paso —los miré asqueada saliendo del coche escuchando sus risas.
Fui al maletero a sacar mis cosas y corrí a por un carrito.
Odiaba que todo el mundo dijera eso, yo sabía que mi odio hacia James nunca se acabaría, así que no sabía por qué todo el mundo intentaba que comprendiera eso. James y yo siempre nos odiaríamos y nada haría que eso pudiera cambiar.
Al llegar, agarré mi carrito y pude ver a James con su madre riendo acercándose a la sección, obviamente para agarrar su carrito.
Rápidamente, agarré con fuerza el mío y me alejé, pero no todo iba a salirme bien hoy y estaba muy segura de eso.
—¡Arydea! —escuché el grito de la madre de James, solté un suspiro y me giré con una sonrisa para verlos acercándose hacia mí.
James tenía una expresión divertida en el rostro, mientras que su madre me regalaba una sonrisa. Una vez cerca mío, la madre de James me dio un abrazo.
—Por Merlín, cada vez que te veo estás más guapa —le regalé una pequeña sonrisa una vez que nos separamos, quise decirle algo, pero James fue más rápido.
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That's My Girl ||Era Merodeadora||
FanfictionDonde las chicas compiten contra los Merodeadores. O Donde cada una y los Merodeadores se enamoran.