Cómplices

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..Fue una suerte para ella haberlo encontrado de regreso de hacer las compras.... Fue una suerte para él haberla visto y declinar la invitación de Naruto a comer ramen...otra vez.

Ambos regresaron a casa, charlando de cosas triviales y de lo cansados que ambos se sentían.

Al ingresar, acomodaron las cosas en la cocina comentando lo que Sarada estaba tardando... No era algo para sorprenderse, despues de todo su equipo siempre era regañado por no acatar las órdenes y no precisamente por ella o Mitsuki...

—Es tan idiota como Naruto.... Siempre es lo mismo -exhalaba en un suspiro el Uchiha-

Su esposa no pudo evitar sonreir ante ese comentario tan excesivamente honesto que salía desde el fondo de su corazon...

Jajaja... No seas así, son jóvenes y al Igual que Naruto, Boruto está lleno de energía...

—Si, pero eso lo vuelve imprudente. ¡¿O ya olvidaste esos huesos rotos por la caída de la montaña de los Hokages a los 3 años?!

Ambos tomaron asiento en ese cómodo sofá con vista al jardín mientras bebían ese fresco té helado que Sakura había preparado con limon y un poco de jengibre, recordando el nulo gusto por las cosas dulces de su esposo.

Descansa un poco, cariño. Iré a ordenar la ropa -mencionó antes de ponerse de pie-

—¿Es muy urgente? -preguntó casi por reflejo-

—¿Eh? No, no lo es -respondió regalándole una bonita sonrisa- ...¿Quieres más té?

—No, no quiero más té. Te quiero a ti -exclamó tomándola delicadamente dejándola caer sobre su cuerpo-

La chica no pudo evitar sonrojarse y disvariar un par de cosas al notar esa tan repentina proximidad..

—¡¿Q-Qué ocurre?!

—Nada, no ocurre nada.... Dijiste que descansara, ¿no? ....Eso estoy haciendo....

El Uchiha se recostó comodamente en el sofá con su mujer sobre él. Hace mucho tiempo no la tenía tan cerca para detenerse a observar y admirar la suavidad de su cabello y el brillo mágico que se anida en sus ojos cuando lo está mirando... Una pequeña chispa se encendió en su corazón al caer en cuenta que él y solo él es quien provoca esas miradas en Sakura. Al tomar conciencia de eso, el rubor rosa hizo acto de presencia en sus mejillas...

Situación que no pasó desapercibida para la perspicaz médico que no dejó pasar esa oportunidad para ponerlo nervioso...

–¿Estás bien? ...Tus mejillas están bastante rosadas.... ¿Será fiebre? -exclamó observándolo juguetona-

Sasuke sonrió ante el comentario. Apartó un mechón de cabello de su rostro y muy delicadamente depositó un suave beso en su mejilla derecha...

Ambos se sostuvieron la mirada unos segundos, cómplices y silenciosos hasta que la voz pausada y notoriamente exhausta de su hija los sacó de ese trance...

—Ya estoy en casa...

El matrimonio sonrió y desvió sus miradas, cual recién casados...

—¡Bienvenida Sarada!

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Esta historia pertenece a la actividad de #CreaLaHistoria de la página #SasuSakuEterniceMoi

Sakura ♡ SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora