El Shinigami Perfecto

La Caída de un Pilar

Renji estaba totalmente sorprendido, veía la sangre corría por la mano de Naruto, era evidente que ese chico que él había enfrentado, se volvió más fuerte en poco tiempo.

—*Demonios... use demasiada fuerza, aún no soy capaz de controlarlo*— Pensó Ichigo mientras respiraba pesadamente.

—Ichigo, ¿estás bien?— Cuestionó el chico de lentes.

—Claro que si, aún no me ha hecho ni al más mínimo daño, no te preocupes Uryu —respondió Ichigo provocando que el chico de lentes se molestara.

—Ni siquiera pienses que me preocupo por ti, simplemente es una pregunta normal —dijo Uryu negando lo que parecía ser evidente.

Naruto se miró la herida de la mano, luego de unos segundos se dio vuelta y tomó su Zanpakuto que estaba tirada en el suelo.

—Eres alguien con potencial, pero...

En ese momento Naruto se dio vuelta y empezó a desenfundar su Zanpakuto, sorprendiendo a los tres presentes. Ichigo se preparaba para el ataque, sin embargo en cuestión de segundos Naruto apareció detrás del peli naranja y volvió a meter la Zanpakuto en la funda, en una enorme velocidad, que prácticamente nadie pudo darse cuenta de lo que había pasado.

Luego de hacer eso, un enorme corte apareció en el pecho de Ichigo, la sangre salió disparada y el peli naranja cayó de cara al suelo. Ni Renji ni Uryu podían entender lo que acababa de pasar, Renji se fijó en las marcas rojas que habían en las manos del rubio, además de que también pudo darse cuenta de que la herida en su mano, había desaparecido.

—Vamonos Renji —ordenó Naruto empezando a caminar hacia Renji quien aún no salía de su asombro.

—¡Esperen!— Exclamó Uryu con un arco azul en sus manos, y apuntando directamente a Naruto.

—Tú, ¿acaso quieres que te mate?— Cuestionó Renji preparándose para atacar, sin embargo se detuvo porque Naruto puso su mano en el hombro de Renji.

Naruto se giró y miró a Uryu, la mirada del rubio no parecía nada molesta, tampoco con intenciones asesinas, sin embargo se notaba con supremacía, a Uryu le empezaron a temblar las manos, con solo ver a los ojos de Naruto, y darse cuenta de la enorme diferencia que existía entre ellos.

—Camina Renji, él no va hacer nada —aseguró Naruto y en esos momentos, justo cuando se paró en la baranda del edificio, escuchó algo que lo hizo detenerse.

—E-Espera... a-aun no h-hemos terminado... —hablaba Ichigo poniéndose de rodilla y usando su Zanpakuto de apoyo. La sangre aún corría por su pecho, y la herida claramente lo había dejado en un estado muy delicado.

—Que patético, mira como estas, y aún quieres seguir luchando, eres estupido —se burló Renji mirando el estado de Ichigo, sin embargo Naruto solo lo observaba manteniendo ese serio rostro.

—¡¡Aún no he perdido!! ¡¡voy a salvar a Rukia!!— Expresó el peli naranja mirando fijamente a Naruto quien apuntó a Ichigo.

—¿Quieres salvar a Rukia? Entonces ven dispuesto a enfrentarte a mí y otros guerreros aún más poderosos, con ese poder, no lograrás nada, tienes solo un día. Pero si no eres capaz de volverte más fuerte, entonces mejor quédate aquí, así vivirás como un cobarde, pero al menos seguirás con vida, honestamente, creo que deberías optar por quedarte, seguir vivo, es una mejor opción.

Luego de decir eso, Naruto saltó del edificio, y de manera seguida lo hizo Renji. Ichigo se quedó mirando hacia donde había estado Naruto, y luego de unos segundos, se desplomó sobre el suelo.

Uryu corrió hacia Ichigo para ayudarle, justo en esos momentos escuchó la puerta de la azotea que se abría, miró a una chica de cabello naranja y un chico alto y musculoso, los dos corrieron desesperadamente hacia Ichigo y Uryu.