𝐻𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑂𝑠𝑐𝑢𝑟𝑎

Capítulo 22 : El amor de una madre.

Rosie acompañó a Harry al Castillo Negro a la mañana siguiente, y Harry experimentó el viaje por red flu por primera vez. La chimenea era lo suficientemente grande para que él viajara junto a Rosie, en lugar de ir uno a la vez.

Llegaron juntos, Harry entrecerrando los ojos contra el brillante resplandor de las llamas verdes que oscurecieron temporalmente su visión. Parpadeó cuando Rosie lo sacó suavemente de la nueva chimenea a la que habían llegado.

La habitación en la que se encontraban era grandiosa, y el enorme tapiz en la pared de enfrente, que parecía un árbol genealógico, llamó inmediatamente la atención de Harry. La escritura en la parte superior en escritura elegante decía: 'La Noble y Más Antigua Casa de Black'.

Luego notó a Sirius de pie junto a una enorme ventana que se extendía desde el piso hasta el techo, y a un anciano sentado junto a la misma ventana, su cabello plateado y sus ojos oscuros.

"Bienvenido a Black Castle, Harry", dijo Sirius con una sonrisa. Al recordar sus modales, miró a Rosie y dijo: "Y Lady Greengrass".

“Gracias por tenernos en su casa”, respondió Rosie, asintiendo respetuosamente con la cabeza hacia el anciano que debía ser Lord Black.

El hombre se puso de pie lentamente y se acercó a Harry y Rosie donde aún estaban parados cerca de la chimenea. Era tan alto como Sirius, y de alguna manera aún más imponente a pesar de su avanzada edad. Había un aire de poder a su alrededor, algo en su porte que exigía atención y respeto.

Harry casi tuvo que estirar el cuello para mantener los ojos en el hombre mientras se acercaba. Luego, el anciano le tendió la mano a Harry, con los ojos oscuros atentos mientras decía con voz profunda: “Es un placer conocerte, Harry. Mi nombre es Arcturus Black. Puedes llamarme Arcturus, o abuelo, si lo deseas.

Sirius parecía gratamente sorprendido detrás del hombro de su abuelo.

Harry extendió la mano, tomando la mano con un apretón que esperaba no fuera demasiado firme o demasiado débil, y respondió con valentía: "Encantado de conocerte... abuelo".

Pensó en cómo se sentía decir la palabra en voz alta y decidió que le gustaba. Fue recompensado por su respuesta con esos ojos imposiblemente oscuros calentándose.

Lord Black se volvió hacia Rosie y le preguntó: "¿Te importaría quedarte a tomar un té o un café, Lady Greengrass?"

"No deseo interrumpir su tiempo con Harry. Regresaré a casa en Greengrass Manor a menos que Harry necesite que me quede", respondió Rosie, mirando a Harry y evaluando su expresión y nivel de comodidad.

Harry sonrió tranquilizadoramente a Rosie y dijo: "Estoy bien, gracias Rosie".

Ella sonrió feliz y después de confirmar que Sirius acompañaría a Harry de regreso a través de la red flu a Greengrass Manor a las doce y media para estar de vuelta a tiempo para su tutoría de la tarde, se fue después de un cortés asentimiento final tanto a Sirius como a Lord Black.

"Ven y siéntate con nosotros, Harry", dijo Arcturus suavemente, llevándolo a las sillas colocadas cerca de la amplia ventana.

Harry estaba asombrado cuando se acercó a la ventana y vio la increíble vista del césped verde y ondulado hasta un enorme lago. Arcturus se paró junto a él en silencio, aparentemente admirando la vista con Harry.

"Nunca me cansaré de esta vista", murmuró Arcturus, confirmando las sospechas de Harry.

"Es increíble", susurró Harry, ya ansioso por explorar los terrenos. No podía creer que este iba a ser su hogar.

"Te llevaré a un recorrido, pero vamos a necesitar más de un par de horas para cubrir todo", dijo Sirius detrás de Harry. "Pero por ahora, el abuelo y yo tenemos algo importante que debemos discutir contigo".