Forzados a un final feliz.

Prólogo

Había una vez.

El inicio de cualquier cuento siempre es el "Había una vez" donde los futuros protagonistas viven su tristeza antes de llegar a su cándido destino cumpliendo un final ideal, derrotar a el villano el ser más malvado que se pueden interpretar en su vida. Si no es una malvada madrastra es un hechicero que quiere gobernar el reino o quedarse con la protagonista para siempre hasta que llega el famoso príncipe azul que se vuelve el verdadero amor de las princesas, todo un cliché soñado.

Pero esta historia no es durante el periodo de la historia ni después, estos sucesos pasan muchísimo antes de la edad de nuestros cuentos desde sus nacimientos o adopción ya que no son los originales protagonistas, son los sucesores de la historia que su único propósito es recrearlas pues no conocen nada más que eso.

"El inicio de las historias" es un bosque completamente enorme donde no se ve el inicio ni el fin, pero es un bosque donde si decides adentrarte te llevara a espaldas de donde empezaste, en pocas palabras es un bucle sin salida donde solo se encuentra la escuela " el inicio del cuento" donde los descendientes de los hermanos Grimm lo lideran, formando la autoridad de esta maravillosa escuela " Jacob y Wilhelm" sus nombres no han sido modificados, nadie les dio uno nuevo, desde su padre hasta su abuelo siempre han sido dos sin modificación.

El hecho que ellos sean la autoridad no significa que tengan el poder para hacer su voluntad pues están para que el narrador, un cuaderno que se empieza a forjar cuando el descendiente existe y cuando la hora llegue de asumir su destino los Grimm hagan la ceremonia y borren su nombre, el nombre de cuna para tomar el de su futura vida y así olvidar lo que fue antes de ser lo que ya serán.

Trágico y sin solución, lamentable pero pasable, durante años han sido los diferentes personajes tanto héroes como villanos que se han negado a seguir sus vidas o han dudado de si seguirlos pero nadie se ha atrevido lo suficiente para averiguarlo o si llegaron a conocer las consecuencias y prefirieron callar antes de perderlo todo y a todos.