Camino de un rey -HIATUS-

Capítulo 10: Un paseo a medianoche

Fleur se sentó dentro de los límites de la sala de estar principal del carruaje de Beauxbatons, el único otro ocupante era Madame Maxime. Los otros estudiantes de Beauxbatons habían sido enviados a sus habitaciones por Madame Maxime hacía veinte minutos, porque el toque de queda había pasado.

"¿Señora?" Fleur preguntó suavemente: "Me preguntaba por qué me pediste que me quedara".

Madame Maxime vestía ropa francesa bastante bonita, una ligera mezcla entre formal e informal. La mujer gigante se dirigió a un asiento frente a Fleur, antes de sentarse.

"Hay algo que deseo que veas". dijo Madame Maxime, sorbiendo una taza de té que fue colocada a su lado.

"¿Sí?"

"No estoy seguro de qué es, aunque estoy bastante seguro de que es de gran importancia para ti".

Las cejas de Fleur se elevaron.

"¿Pertenece al torneo?" preguntó lentamente.

Madame Maxime se encogió de hombros.

"No puedo decirlo. Realmente no tengo la menor idea, e incluso si la tuviera, sería hacer trampa". dijo la directora, antes de tomar otro sorbo de su té. Fleur luchó para no dejar que una sonrisa adornara sus rasgos.

Una vez que Madame Maxime terminó su té, los dos escucharon un ligero golpe en la puerta. Madame Maxime dejó suavemente su taza de té antes de volverse hacia Fleur.

"Debes seguirnos en secreto". Madame Maxime informó a la veela: "Es posible que desees cubrirte con el hechizo de desilusión, que sé que eres más que hábil".

Fleur asintió hacia su directora. Rápida y silenciosamente se ocultó con el encantamiento de desilusión. Observó cómo Madame Maxime abría las puertas del carruaje, revelando al Guardabosques de Hogwarts. Estaba vestido con un abrigo horrible, aunque estaba claro por su postura orgullosa que pensaba que era bastante agradable.

El gigante de un hombre le tendió la mano, que su directora aceptó. Él la ayudó suavemente a bajar los escalones, antes de que los dos se dirigieran en dirección al Bosque Prohibido. Fleur estaba un poco cautelosa ahora; supuso que cualquiera lo estaría al entrar en un lugar que tuviera la palabra 'Prohibido' en su nombre.

Siguió a la pareja con gracia, lo cual no fue una hazaña difícil; estaba a casi veinte pies de distancia, y aún podía ver sus enormes siluetas.

Bam.

Fleur casi se cae al suelo, su encantamiento de desilusión se desvaneció debido a su repentino shock. Se dio la vuelta, buscando lo que fuera que se había estrellado contra ella. Un momento después, una luz brillante emergió de la punta de una varita, una que apuntaba directamente hacia ella. Sus ojos se encontraron con un par que brillaba esmeralda. Estaban acompañados de pómulos altos, cabello de color idéntico al cielo nocturno y ojos entrecerrados.

Parado a solo unos metros de ella, en medio del Bosque Prohibido, y pasado el toque de queda, estaba Harry Potter.

"Fleur Delacour". dijo Harry, sus ojos continuaban entrecerrándose ligeramente mientras la miraba.

Como de costumbre, no hubo ni un indicio de que él se sintiera afectado por su encanto. Fue algo que la impresionó mucho; sabía que su encanto era mucho mayor que el de los que pertenecían a otros Veela que había conocido.

"Harry Potter".

"No pareces del tipo que da un paseo a medianoche por el Bosque Prohibido".

Fleur entrecerró los ojos, mirando al chico.