Parte 1 Sin Título

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Introducción

Sin duda, hay algo hermoso en la manera en que miente el romanticismo hollywoodense, este tiene una belleza que también podemos encontrar en algunas canciones protesta y en el pensamiento pacifista. Sin embargo, esa belleza no es más que la idealización de la vida con finales felices, esos finales siempre terminan apelando a nuestras emociones como promesas de perfección.

Ahora, resulta necesario romper esa burbuja de fantasía, boicotear esas utopías y relegar sus artes a la ficción de las series infantiles, para evitar que se sigan viciando las corrientes del pensamiento emancipatorio con inciensos oníricos.

Las personas deben comprender la vida sin disfraces ni adornos, pues solo de esta manera, podremos enfrentar la profunda incertidumbre que se cierne sombría sobre la humanidad. Debemos evitar no solo que se caiga en frustraciones como la del sueño americano, sino la de cualquier otro tipo de idealización embelesadora.

En este sentido, el arte revolucionario tiene como misión sentar a la humanidad frente a su propia imagen y ante su propia historia, para que experimente lo que significa estar vivo en este mundo, eliminando el brillo, el maquillaje y la censura del romanticismo.

Esto no quiere decir que rechacemos el carácter soñador del ser humano, por el contrario, si bien soñar es una experiencia que no puede traspasarse directamente al universo práctico, el hecho de no soñar resulta biológica y psicológicamente imposible, demostrando ser algo innato de nuestra especie animal, y quizás de otras.

De allí, lo patológico de negar el placer en las tormentas del corazón, de la vida, o lo seductor del abismo, o de explotar en el silencio como exploración de cada deseo reprimido. Todas estas cosas, son el alimento de un soñador.

Ahora, el artista revolucionario tiene la facultad para posicionar al espectador justamente en ese rincón donde se hayan ocultos los deseos reprimidos, y puede hacerlo escuchar los gritos de su voz interior, que se van intensificando a medida que se acerca a la presencia del sufrimiento que el mismo ha aprisionado, en razón de rendirse ante ese destino impuesto por sus padres y las revistas de moda.

Este es un llamado a que el arte y la palabra recobren su carácter curativo, ambas son herramientas de entendimiento en el que podemos ratificar que el conformismo es un trastorno mental, donde las personas han agotado los impulsos vitales y es una enfermedad, en la que la palabra no se abandona, sino que incluso, es capaz de convencer.

En esta condición, el ser humano en esencia, vive muerto, se ha convertido en un autómata y demostrárselo es el primer paso para revivirlo.

La posibilidad de lograrlo yace en que los sueños, los anhelos, cual un recuerdo, se pueden corromper con palabras, pero no destruirlos. Así que, entendamos el inconsciente del espectador como un prado verde donde el arte debe desenterrar cada anhelo que fue asesinado por el espectador mismo, convirtiéndose estos, en fantasmas que liberados de sus criptas atormentaran su existencia. Entonces, el espectador no tendrá más remedio que intentar enmendarse, por haber sacrificado todas las razones que realmente tenía para vivir a cambio de hacer lo impuesto como correcto, y por eso, termino siendo incapaz de estar a la altura de cualquier situación excepcional, como la del amor.

Es necesario purgar la mente humana y que entre las vísceras del desengaño sea defecada la razón, es necesario restaurar al ser humano en la dignidad del pensamiento libre, al que llaman locura. Pues solo así, la imaginación que no podía ejercerse sino dentro de los límites de un utilitarismo capitalista, ya no reconocerá límite alguno, y fruto de una creación ninfómana se dará una revolución consiente y autentica; una revolución "alógica".

Aclaro que en esta revolución mi misión no fue el arte, sino dejar en su debido lugar las banderas y las cabezas de los burgueses, la basura. Y, sin embargo, con mis tiempos libres y en cierta mediocridad entrego algunos relatos aptos solo para desdichados. aunque incito a romper la regla, como siempre, a todos los autómatas, devotos o autistas que deseen perder su tiempo, y mejor aún, perderse.

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2022 ⏰

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La lepra hecha poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora