Haechan: Un cliché navideño (MH)

Cliché 3

—Háblame de Dreamland. —Haechan le dijo a Mark.

Habían viajado toda la noche, pero habían ido lento, Mark no quería volver a patinarse sobre la carretera, le avisó a Jeno que llegarían a la mañana siguiente. Chenle estaba dormido en la parte de atrás con unas chamarras como cobija.

Mark no podía pensar otra cosa más que ese era el viaje más raro que había tenido en toda la vida. El CEO Donghyuck siempre parecía tan ocupado e inaccesible. ¿Cómo era posible que se hubiera hecho amigo de Chenle en un baño?

—Es el hostal de mi familia, mis padres lo hicieron antes de que yo naciera. —Mark contó. —Está en una ciudad pequeña, pero pintoresca. Todos conocen el lugar, mi madre fue una host fenomenal, pero... Todo se acaba. —Hizo silencio. —Ya casi todos los turistas visitan lugares cinco estrellas o prefieren quedarse en Airbnb, los hostales cálidos ya no son... Ya no viables.

Donghyuck entendió eso.

—Por eso la insistencia de innovar Dreamland con el financiamiento que ofrecí en el proyecto. ¿Cierto?

—Así es.

—¿Cuál es la cantidad de alojamientos que manejas y cuál es tus reservaciones anuales? — Donghyuck cuestionó.

—Tenemos infraestructura para 30 personas, pero en los últimos años ha descendido. —Dijo con un tono triste. —Navidad es nuestra época "fuerte", pero las reservaciones son de máximo 10 personas. Tenemos que bajar nuestras tarifas para no tener competencia, pero por esa razón tampoco tenemos presupuesto para reparaciones o un fondo para necesidades. —Mark suspiró. —Dreamland está a punto de quebrar.

—Déjame ver cómo es el ambiente y veré si puedo ayudarlos...

—¿Por qué hacer esto? —Mark le preguntó. —Sé que tiene muchísimos lugares en los cuales invertir.

—Por Chenle... Él es... Bueno...

Haechan no quiso decirlo en voz alta, pero Chenle se sentía cómo él, un niño que había perdido a su papi omega y que quería ayudar a su padre alfa en cualquier cosa que necesitara y sinceramente era lo que Donghyuck estaba esperando, quería tener una excusa para validar sus acciones.

—Chenle es muy inteligente. —Mark dijo con un tono orgulloso. —Siempre se esfuerza de más porque no quiere "molestarme", pero soy su padre ¿No? Haría cualquier cosa por él, siempre estaré orgulloso de los caminos que toma aunque no creo que sean los correctos. —Mark le dijo.

—Puedo decir con mucha seguridad que Chenle no quiere decepcionarte. —Haechan dijo. —Pero deberías confiar más en él, es muy inteligente. Planeo adoptarlo para que se una al área de proyectos. Ese niño tiene visión.

—La tiene. —Mark sonrió. —Pero no competiré contra mi hijo de cinco años por un puesto. Chenle siempre toma los proyectos que le gustan y no los que el presidente de su empresa ordena.

—Que horrible presidente. —Donghyuck murmuró. —Gracias por traerme, sé que son fechas que se pasan en pareja o en familia, espero que no los incomode.

—Será un gusto recibirlo en Dreamland. —Mark dijo con convicción.

Después de unos minutos más llegaron al agradable pueblito, Haechan sonrió al ver un enorme árbol de navidad en la plaza, oh, y había una gran pista de hielo para patinar. ¡No! Y había trineos con renos de verdad.

—¡Papi! —Chenle dijo. —Tenemos que ir a la pista.

Mark se asustó cuando oyó a Chenle despierto, pero sonrió, sabía que su hijo era muy inteligente y le gustaba mucho patinar.