Epílogo

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Abrió la puerta entrando a su departamento encontrándose todo en calma y silencio. La luz de la sala estaba encendida, iluminando un tanto la cocina y el pasillo que llevaba a las habitaciones pero no parecía que hubiera alguien en el lugar.

Con un suspiro dejó las llaves en su sitio y se quitó la campera que lo cubría, ahí dentro no se sentía ni un poco de frío, la calefacción seguramente había estado encendida así que el lugar estaba más cálido de lo que imaginó, lo cual le gustó.

Movió el cuello de atrás hacía adelante, escuchando como tronaba por la rigidez, estaba tan cansado, sentía sus pies hinchados y las piernas acalambradas, en esos momentos solo quería llegar a su cama y dormir. Al menos al día siguiente era fin de semana y no tendría que trabajar así que podría dormir hasta tarde si todo salía bien.

Caminó con paso lento, buscando una cabellera de rizos en el lugar, hasta encontrar a su novio sentado en el sofá de su recámara muy entretenido con uno de sus muchos libros de aeronáutica, lo cual lo hizo inmediatamente sonreír.

Y es que no importaba cuantos años hayan pasado ya, para él ChanYeol siempre sería demasiado hermoso y perfecto y su corazón jamás dejaría de latir como loco por él.

Durante sus seis años de relación aprendió muchísimas cosas, no era fácil estar con alguien más y todas esas historias que te decían que lo único que importaba era el amor eran una mentira total, el amor no servía de nada cuando ambas partes no estaban dispuestas a esforzarse por los dos, a superarse a sí mismo y a buscar la forma de afrontar cualquier problema que la vida misma les pusiera enfrente en cierto momento. Nadie era perfecto, todos tenían defectos y cometían errores con los cuales había que trabajar, porque si no era de esta forma entonces nada funcionaría, sería tan solo un ir y venir de momentos que al final se escaparían de sus manos y al que ningún amor, por más fuerte que fuera, serían capaz de salvarlos.

Juntos habían pasado por muchas cosas. La universidad no fue cosa sencilla, ambos cursaban carreras complicadas que en determinado momento los absorbieron por completo, era casi imposible poder verse y muchos de esos pocos momentos terminaban en discusiones estúpidas fruto de su estrés. Tanto ChanYeol como BaekHyun tenían personalidades fuertes, perfeccionistas, buscaban tener la última palabra y en ocasiones eso los llevó a puntos de quiebre que los hizo aterrar. Sin embargo, intentaron cambiarlo, buscando ese punto de equilibrio lo suficientemente bueno para que ambos se sintieran cómodos y tratando de encontrar la fórmula perfecta para poder estar juntos, demostrándose ese infinito amor que nunca podría desaparecer.

De todas formas, fueron años preciosos. Repleto de recuerdos que llenaban las mentes de ambos, viajaron juntos, fueron a conciertos, tuvieron infinitas citas en sus departamentos, comieron en todos los lados posibles buscando ofertas que se acoplarán a sus bolsillos, criticaron películas juntos en el cine, terminaron animes y mangas que los hacían discutir porqué personaje era mejor en la historia, se ayudaron con sus tareas, pasaron noches interminables estudiando para tortuosos exámenes y masajearon la espalda del otro tratando de darse ánimo cuando el agotamiento era inmensamente intenso.

Se amaban, demasiado. Más de lo que pudieron imaginar. Y tal vez por eso fue tan complicado el tener que separarse por un tiempo.

A ChanYeol le ofrecieron una perfecta oportunidad para hacer un diplomado en una prestigiosa universidad de China. Era algo difícil de conseguir y sin embargo, el alto había logrado ser seleccionado. Fue complicado el poder tomar una decisión, toda la vida se había dicho que jamás sería capaz de rechazar una oportunidad de crecimiento por una persona, mucho menos por un noviazgo que podría tener fecha de caducidad, siempre fue una persona con sus propósitos claros pero por primera vez en la vida dudó.

Love EquationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora