Les recomiendo poner la canción para mejor experiencia.
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No sé cuánto tiempo estuve inconsciente, ni tampoco cuando deje de ver tu hermosa mirada, solo se que siento un vacío intenso, siento las lágrimas caer de mis mejillas al saber que tu no estás a mi lado, por qué la tristeza es uno de los mayores dolores que existen, aquel maldito sentimiento que solo hacia que su corazón se apretara con dolor.
Miro por la ventana evitando la mirada de su madre, aquella mujer que lo había traído al mundo estaba preocupada por su único hijo, quien ella pensaba que había caído por el borde de la locura y el delirio, ella no sabía el sufrimiento por el cual estaba pasando su primogénito, aquella agonía no tenía comparación.
El cenizo entrecerró sus ojos al ver cómo la celosa luz del sol golpeaba todo su rostro, está parecía cálida, pero no lo suficientemente para hacer que su triste corazón se sintiera vivo de nuevo.
── Katsuki, hijo no te sientas triste, tal vez fue solo un sueño mientras estabas en coma, verás que todo volverá a la normalidad y- ── Pero se vio interrumpida por la tenue y apagada voz del cenizo quien aún miraba la ventana con anheló.
── ¿Solo un sueño?── Dijo en voz bajá haciendo que la mujer se estremeciera.
Está intentaba hablar pero ni una sola palabra salía de sus labios, solo podía ver cómo su hijo anhelaba algo que estaba fuera de su alcance, a lo mejor siempre lo estuvo, Mitsuki solo tomo la mano de su hijo y la beso tiernamente antes de salir de aquella habitación de hospital.
Katsuki no la miro en ningún momento este solo seguía viendo hacia la ventana añorando que en cualquier momento despertara de aquel cruel sueño que lo mantenía atrapado, o tal vez fuera la cruda y cruel realidad, de la cual estaba cansado.
Añoraba un momento de paz y tranquilidad dónde pudiera sonreír sin esperar a que los fantasmas del pasado vinieran a interrumpir su hermosa fantasía.
Su cuerpo se movió solo en ese momento, sentándose sobre la camilla mientras miraba hacia la ventana, una lluvia de pétalos empezó a hacerse presente ante sus ojos, algunos pétalos de color rosa pastel empezaban a entrar por la ventana, adornado su habitación del hospital.
Katsuki saco sus piernas de la manta de color blanco y las bajo hasta tocar el frío suelo del lugar por un momento se sintió vivo de nuevo al sentir frío que despertaba a sus pies después de un largo descanso, camino con torpeza hacia la ventana para recostarse en ella.
Al bajar la vista pudo ver el hermoso árbol de sakura que había en el patio, este desprendía sus hojas en su máximo esplendor dándole a los pacientes una hermosa vista, pero para katsuki demostraba el inicio de su sufrimiento, apretó sus manos en el marco de la ventana mientras gruesas lágrimas inundaban sus ojos.
Pero katsuki se sentía vacío, parecía no tener alma en su demacrado cuerpo, pálido con ojeras, no era el mismo Omega de hace solo unos meses, habían grandes ojeras adornando su rostro, su hermosos cabellos dorados eran reemplazados por un gris opaco y sin vida mientras que sus ojos habían perdido todo rastro de humanidad.
Su cuerpo se movió solo subiendo sobre el marco de la ventana, estaba en el séptimo piso, tal vez, solo tal vez, si se sumergía en un sueño profundo pudiera verlo de nuevo, tal vez podría estar con el, en ese hermoso lugar, tal vez volvería a ver sus hermosos ojos color esmeralda.
Después de aquel pensamiento todo paso en cámara lenta, Mitsuki había entrado a la habitación solo para ver cómo el cuerpo de su hijo se deslizaba fuera de la ventana, está sintió su cuerpo paralizar, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, mientras que katsuki solo podía sentir el tenue viento soplando su cabello, iba en picada hacia abajo, pero no gritaba.
En vez de ello una sonrisa adornaba su rostro marcando unos hermosos ojuelos de cada lado, sus ojos brillaron por última vez antes de tocar el suelo con su cabeza, solo una pregunta reinaba en su mente mientras que las personas a su alrededor gritaban al verlo caer.
── ¿Alguna vez podré alcanzarte?, izuku.
Esa había sido una pregunta al aire pasajero, lentamente cerro sus ojos con una gran sonrisa antes de que su cabeza estallara contra el suelo, Miles de pétalos volaron y el aturdidor grito de su madre dió paso a su partida.
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