A veces la tristeza me agarra de los pies y no me deja levantarme de la cama, es como si me cerrara la boca a la hora de comer o me tapara los ojos cuando me veo al espejo.
A veces no solo estoy triste, sino que simplemente las cosas no tienen relevancia. Me siento estancada y sin salida, aún cuando nada malo está pasando.
El tiempo se distorsiona y las relaciones sociales son tan difíciles... Por favor, no me dejes, yo en serio aprecio esa mirada que me das cuando te doy una pequeña sonrisa.
Todo es muy relevante para mí, dime que me aprecias... Dime que ese día que no me saludaste no significó el fin de nuestro enlace emocional, dime que no solo yo pienso que somos amigos.
Te he abierto mi corazón al contarte esto, eres especial por el simple hecho de conocerme y no odiarme, en serio lo aprecio... Me siento tan odiada por todos... Es muy lindo saber que tú no me odias, que mi tristeza y mi desesperanza no te ha cegado también, que no eres solo yo reflejado al espejo, mirándome con tristeza, recordándome a esas personas que me odiaron...
