Astrid no encaja en el estereotipo de la nerd típica de las películas. Aunque muchos la conocen solo por ser "la hermana de Jacob", tiene una personalidad vibrante y un grupo de amigos que la aprecian por quien es. Desde niña, ha sentido una atracci...
Hay muchas cosas que pasan al enamorarte de alguien. Te sientes feliz, imaginas toda una vida junto a esa persona, e incluso tienes sueños que te parecen demasiado perfectos para ser reales. Pero también está el otro lado de la moneda: ver cómo ese amor encuentra su felicidad en alguien más. Y es ahí cuando te consumes deseando ser esa persona, solo para caer en una espiral de tristeza donde parece que todas tus esperanzas se han esfumado.
Soy Astrid, y debo decir que odio mi nombre. Siempre he pensado que suena como algo que alguien ideó a la ligera, sin pensarlo mucho. Pero bueno, hay cosas peores que un nombre feo. A mis doce años conocí a Amanda, mi preciosa mejor amiga, una chica con la que compartí momentos inolvidables. Pero también compartí algo que nunca le confesé: mi corazón terminó atrapado por su maldito hermano.
No tengo una historia de amor bonita que contar. De hecho, mi pasado en ese terreno ha sido un desastre tras otro. Cada vez que pienso en el amor, lo veo como un reflejo distorsionado de lo que debería ser: algo hermoso, pero lleno de grietas. Mi visión del amor no es optimista, ni mucho menos idealista. Y es que, por más que tratemos de olvidar ciertas cosas, siempre hay algo que regresa para atormentarnos.
Esta es mi historia. Una que no está pintada de colores vivos ni adornada con finales felices. Pero es mi verdad, y si algo he aprendido, es que las verdades, aunque duelan, son lo único que nos queda cuando todo lo demás se desmorona.
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Jelouuuu, un gusto y bienvenidos a mi historia (a los nuevos lectores)
He decidido reescribir nuevamente la historia para el disfrute de muchos.
Se que no son las más perfectas, pero hago el intento por que lo sean.
Espero que les guste esta historia, y que se lleven bien con Astrid.
