La vida da giros inesperados, subidas y bajadas, guerras pérdidas y ganadas.
Una vez leí que existía una persona que de la nada puede poner tu mundo al revés. <<Como una pompa de jabón estallando, como un simple pestañeo>>.
No creí que mi mundo sería como aquel libro. Ese libro que mi madre leía cada vez que me cuidaba, y me recordaba cada una de esas partes que le fascinaban.
La vida puede ser dura, amarga y cruda; pero en ocasiones es linda, hermosa e inolvidable, jamás me imaginé que sería así.
La persona que me provocaba eso era una linda chica, de ojos color zafiro, sonrisa aperlada y carácter inigualable. Recuerdo que en ese entonces me encontraba aburrido de la rutina al igual que de los estudios.
-¡Vaaah! ¡Que pesadez!-.Dije estirandome.
-Jajaja -. Rió Yue, mi mejor amiga de descendencia japonesa.
-¿Qué? -. Levanté las cejas extrañado.
-¿Cómo es que estás aburrido? Eres el mejor de toda la escuela, tienes buenas calificaciones ¿¡y dices que es aburrida?! -. Exclamó riendo.
-No lo entenderías-. Dije sonriendo levemente.
En ese momento, el tutor de mi salón apareció, con su sonrisa cálida y su voz relajada.
-¡clase! ¡Atencion! Hoy tendremos a una nueva estudiante entre nosotros. Dijo con una enorme sonrisa. En eso entró un a chica de pelo castaño, y complexión delgada, me fijé en cada uno de sus detalles, en su rostro y su forma de caminar.
-¡Bonjour!, Je suis Daniela, un plaisir pour tous, à cause de ma langue et de mes expressions je suis française-. Sonrió un poco, parecía ser muy tímida. Yue se percató de que nadie le había entendido, hasta que me miró y me sentí intimidado, como si fuera una obligación traducir a todos lo que ella decía.
-Bonjour Daniela, je suis Alexis, comme vous pouvez le voir, mon français n'est pas très bon, mais je peux vous aider à discuter avec eux.- Noté que en su mirada, se veía un reflejo, como si fuese a llorar, y me asintió.
-Al, pasa al frente para que ayudes a traducir, ¿está bien?-. Suspiré y le sonreí al profesor.
-Lo que dijo Daniela, es <<¡Buenos días! Soy Daniela, es un placer conocerlos, por lo visto en mi lenguaje, soy francesa>>.Al terminar de hablar, bostecé, supongo que era pesado para mi traducir en dos idiomas a la vez.
Al sentarme en mi banca, me sentí vigilado, nunca había sentido esa sensación antes, y para mí era muy extraño.
En cuestión de horas, salimos a receso, me levanté de mi banca, cogí mis libretas y lapiceros, metiendo todo en la mochila, me la colgué en un hombro y salí con Yue; charlamos un par de cosas que el profesor dijo en clase, e intercambiamos ideas y opiniones al respecto.
De la nada salió algo raro de la boca de Yue, algo que me extrañó de ella.
-La chica nueva, solo se te quedó viendo muy, ¡muy! Fijo-. Se veía un misterio en su voz.
-¿Quién? ¿Daniela? -. Dije.
-¡sí! Ella; se le notaba cierta...-. Se quedó pensando.
-¿Seguridad? -. Interrumpí.
-¡Exacto! Nadie en el aula le entendió, y cuando tu lo hiciste sintió esa seguridad, para desenvolverse, hasta pudo aprender palabras en nuestro idioma, y para decir verdad, se ve que le gustas-. Sonrió.
Caminamos por el campus, y me quedé pensando. <<¿Gustarle a la nueva?>>.
ESTÁS LEYENDO
Sobre ruedas
Teen FictionAlexis, un joven de 15 años, patinador, se enamora de Daniela, una chica del mismo instituto donde estudia, ambos vivirán aventuras inimaginables ¿pero estarán unidos? Leelo para descubrirlo ❤