underbid : jayke

01: pesadillas.

Sus piernas se sentían quemar, los arrastraba sin ligereza alguna. Se sentía cansado. Pesado. Irritado.

Hace tan solo algunas horas el alfa se encontraba iniciando las prácticas diarias; ahora, apenas puede mantenerse de pie.

Para su suerte, las prácticas habían terminado y el viaje a su departamento se le hizo realmente corto, tanto para él como para sus miembros. Cuando apenas el auto estacionó, corrieron a sus habitaciones con tal de descansar un poco.

-Deberías ducharte.

No supo en qué momento ingresó a la habitación y se tiró sobre la cama, sin embargo, ahí estaba su querido amigo; Jongseong, recordándole que era humano y debía de atender su cuerpo como correspondía.

Con mas razón si al día siguiente quería respirar con tranquilidad sin que sus músculos doliesen.

-Tiene razón, Hyung, pero... ¿No quiere ir usted? -preguntó Jaeyoon, acomodándose aún más entre las almohadas.

-Oh, vamos, Jake. ¿Eres tan sucio como para plantear eso de 'bañate tu primero' como excusa?¿Acaso tienes que mentalizarte ó algo para meterte a la ducha?

Shim lloró falsamente, aún entre las almohadas, y dijo: -Dejame en paz, Hyung.

Jay soltó una carcajada para luego acercarse a su amigo. Agachó su cuerpo hasta la altura del mueble donde yacía el alfa menor y susurró cariñosamente: -Descansa hasta que yo salga.

No bastó nada más para que los ojos de Jake se cerraran por un largo periodo de tiempo.

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Su respiración era errática, sentía como su pecho se cerraba más y más. Su garganta se anudó, no podía soltar ninguna palabra, sólo veía cómo la tenue luz de la habitación se convertía en una fría y espesa oscuridad que comenzaba a envolverlo poco a poco. Ahogándolo en ella.

-Jake.

Su boca comenzó a tomar grandes bocanadas de aire, llevó una mano a su pecho, apretando sobre la camisa. Aún sentía la presión en él. Aún dolía.

-Jake, por favor, mírame.

Las manos de Jongseong sostuvieron su rostro, obligando que sus miradas se cruzaran. Park acarició suavemente la mejilla del menor viendo como los ojoscolor ámbar de Sim desprendían largas lágrimas. Con un 'todo está bien' lo envolvió en un abrazo, reconfortándolo, desprendiendo también su agradable aroma hasta dispersarse por toda la habitacion.

Jay sabía que su esencia ayudaba al grupo a calmarse. En especial a Jake.

La cara de Sim descendió hasta su cuello, teniendo más acceso a él y su glándula de olor, acariciando con su nariz la extensión, provocando cosquillas en el alfa mayor.

El menor, aún en su cuello, susurra: -Hyung, ¿Cómo se dio cuenta de...?

-Tu olor, Jakey -sentencia en voz baja- Tiende a ser muy agradable, pero, repentinamente se volvió ágrio, amargo, casi putrefacto. Me levante por ello, resulta que eras tú.

-Realmente lo siento -soltó Jake apenado.

-Me preocupó verte en tal estado -los dedos del morocho jugaron con las hebras de su nuca-, ¿Quieres... hablar de eso? no lo se, quizas te haga sentir mejor. Luego podemos hablar con Jungwon y-... -el menor le cortó, necesitaba que calme su intensidad.

-Ya estoy bien, Jay Hyung.

-No puedo dejarte así, lo sabes -sus ojos mostraban completa preocupación.

-Lo se, Hyung.

-¿Quieres contarme qué sucede?

-No importa.