𝗝𝗨𝗡𝗗𝗘 ◖ El Reino de Fuego y el Reino de Hielo habían permanecido en constante guerra, reinos enemigos en constante lucha.
Eso hasta que los gobernantes cambian y con ello una alianza nace.
JunHan era el príncipe más hermoso de todo el reino de...
Una iluminación blanca y triste, los pinos eran cubiertos por la nieve blanca, las aves cantaban cómo cada mañana en el frío viento. El apenas notable sol hacia despertar a los habitantes del reino, dando así el anuncio a un nuevo día.
Cómo en todas la mañanas, el hermoso príncipe despertaba perezosamente y miraba el azul grisáceo del cielo, observando a uno que otro venado comer del poco pasto que había en el suelo.
Todo siempre siendo tan... Monótono, tan normal.
Y es el ruido de la puerta de su habitación que fue abierta y cerrada que lo hace despertar por completo, pero no se inmuta al saber perfectamente de quien se trataba. Unos pasos acercándose al borde de su cama escuchó, pero aún con eso no miró a la segunda persona en la habitación.
—Buenos días, majestad— escuchó decir a su más fiel sirviente. Mejor dicho, el único.
—Buenos días, JiSeok— saludó de vuelta, pero sin despegar la mirada de la ventana.
—Su padre, el rey Yeosang, me mandó para avisarle que la fiesta dará inicio apenas el sol se oponga— explicó el chico —Me mando avestirle y ayudarle en lo que necesite, majestad.
—Puedo vestirme sólo, JiSeok— finalmente le miró —¿Cómo te fue en tu cita?— preguntó y le regaló una pequeña sonrisa al castaño.
JiSeok sonrió bobamente, y dio un salto a la cama, tomando asiento en ella con pose de indio. A HyeongJun no le importó, pues ya estaba acostumbrado a las libertades de su sirviente.
—Fue maravilloso... Jooyeon me llevó a cenar, luego dimos un paseo en carruaje, me compró un hermoso ramo de rosas y miramos las estrellas desde la colina— le contó con una enorme sonrisa y ojos brillantes.
—Me alegro mucho por ti, tengo curiosidad por saber quien es el hombre que te vuelve más tonto, torpe y hablador de lo normal— comentó con diversión el príncipe, ganándose una molesta mirada por parte del pelicastaño.
—Está noche lo conocerá, será el primero en conocerlo— comentó.
—¿Y tú familia?
—Sabe que ellos no están de acuerdo con que salga con alguien del reino de fuego...— dijo con una sonrisa triste —Realmente me encantaría que lo conocieran sin juzgar, que sepan del hombre maravilloso del cual me enamoré...
—Estoy seguro de que en algún momento tus padres se darán cuenta de que aquellos tiempos de guerra ya pasaron... Ellos te aman, JiSeok. Sólo dales tiempo— reconfortó.
HyeongJun quiso darle un cálido abrazo pues sabía lo llorón que era el castaño, pero al momento de darse cuenta de sus intenciones, se alejó bruscamente, parándose de golpe y asustando a Seok.
—Majestad...
—Lo siento... Yo realmente lo siento, JiSeok— dijo mientras se colocaba rápidamente sus guantes.
—No tiene porque disculparse, majestad— le calmó —No siempre congela todo lo que toca... Sabe que yo puedo ayudarle a-
—No, Seok. Te prohíbi hablar sobre esto— dijo secamente.
—Lo siento, majestad— JiSeok dijo arrepentido, sabía que era un tema delicado de hablar para el príncipe.
—Está bien— respondió mirando un punto fijo en la habitación —Me daré mi baño, por favor prepara mi traje.
Dijo y JiSeok asintió, y dando una reverencia salió. Dejando al príncipe completamente sólo en aquel frío cuarto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
