Nací con la felicidad, pero me escondí en la oscuridad.
Vi cosas que no debí ver, y fui juzgada por aquellos eventos que me formaron. Me hacen sentir culpable por algo que yo no pedí. Critican, pero nadie se tomó la molestia de, al menos, comprender. Me dejaron sola porque soy "fuerte", pero cuando dejé de serlo, puede escucharlos murmurar. Soy las expectativas de los demás y no las mías, soy lo que no pudieron imponer a otros ser, y cuando nuevos prototipos aparecieron, me abandonaron. Desechada y presionada por las imposiciones de los demás, y por mí misma. ¿Alguien me preguntó cómo me siento, alguien trato de entenderme y no solo comprar mi felicidad o delegar el trabajo a otros, al menos... entendieron que fueron sus acciones las que me trajeron aquí? Ellos pudieron olvidarlo, pero yo no, una niña nunca olvida, una niña tampoco es tan fuerte como para soportar toda una vida de culpa. No todos somos fuertes. No todos podemos seguir adelante. No todos los niños podemos cargar con la culpa de nuestra infancia. No todos podemos odiar, pero tampoco amar.
